martes, 13 de diciembre de 2011

Problemas hipervinculares



- Mirá, quería preguntarte a vos que sos un amigo. Vos sabés que no han sido tiempos fáciles, pero he logrado juntar un pequeño capital liter...


- Te recomendaría que lo pongas afuera.


- ¿Seguro?


- Sí, te va a rendir mucho más. ¿Conocés alguna cueva?


- ¿Cueva? Bueno, justamente me junto con unos muchachos que desde una cueva...


- Ni lo dudes. Andá y poné todo allá.




Yo le hice caso y publiqué un artículo en Men In Blog




miércoles, 30 de noviembre de 2011

Breves e inconexas VII



A esta altura ya no es novedad. De vez en cuando se me ocurre un chiste o un juego de palabras que considero logrado y entonces relleno con un par de cositas sin demasiado sentido para convertirlo en un post. Otras veces no llego ni a eso y sólo quedan el par de cositas sin demasiado sentido. "Breves e inconexas" se titulan las cositas sin demasiado sentido.


Aprovecho este espacio que me doy para pedir disculpas por mi involuntaria ausencia virtual. En las últimas tres semanas un proyecto me ha tenido encerrado en un subsuelo sin luz solar (como se estila en los subsuelos) ni señal de celular. No, ya les dije que no se trata de un rayo de la muerte. Yo tampoco entiendo que puede ser tan importante si arranca en noviembre, pero no me quieren escuchar. O quizás sí quieren, pero se les dificulta porque estoy en un subsuelo. Y sin señal de celular. En fin, la cosa es que espero reintegrarme a la vida virtual ni bien esto (que no es un rayo de la muerte) termine y recupere los niveles de vitamina D necesarios.


Mientras tanto, un par de cositas sin demasiado sentido para que no sólo perdonen mi silencio, sino que lo reclamen vivamente.


Breves e inconexas, séptima edición (inédita):




Cuando uno lee el diario, las noticias provocan, a veces, pasiones bajas como la envidia frente a los logros de un otro muchas veces famoso o mejores como el rechazo visceral frente a un hecho que se entiende como trágico. Hoy encontré una noticia que logró provocar ambos sentimientos simultaneamente: Luisana Lopilato publicará un libro.


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La fiesta de fin de año de las empresas es como internet: en su definición no hay nada de malo , pero todos sabemos que fomenta la piratería.

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Cosas que no duran:


- Los amores de verano


- La tapa de los azucareros


- La tarde del sábado


- El orden y la prolijidad, en los cuadernos de primaria


- El paquete de pastillas, una vez que se muerde la primera


- Las horas de sueño en noviembre


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El tarotismo es la carrera del futuro.


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El otro día tuve una reunión de profesores de filosofía. Lo que pasó en la reunión probablemente no le interese a usted, a mí ni al resto de los profesores de filosofía que estaban presentes. Lo verdaderamente importante fue que... ¡PUDE HACER MI CHISTE DE GIORDANO BRUNO Y LA GENTE SE RIÓ!



Ya puedo morir en paz.


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Se realizó una Cumbre de personas que sufren vértigo. Por supuesto, no fue nadie.

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Que ya pueda morir en paz no implica que usted deba buscar los medios para que ello suceda.





Que lo disfruten con salú.






lunes, 7 de noviembre de 2011

Enfermo



Todo empezó con un ataque de alergia a la tarde seguida de un dolor de garganta durante la noche. A la mañana siguiente, un dolor estomacal vino a darle la bienvenida a la recién estrenada gripe. Como venía la mano, el pronóstico para el mediodía era un ACV o el desprendimiento repentino de un brazo. Contra todo, cargué mi propia humanidad al hombro y me dispuse a llevar a mi hija mayor al jardín. El heroísmo duró una cuadra y media. "Nos volvemos". "¿Por qué?". "Porque a Papá se le rompió el pantalón".


"Lo que se va a romper es tu infancia si no llegamos a casa en 2 minutos" pensé.


"Estás enfermo" reflexionó mi mujer. "Está enfermo" sentenció el médico. Resultado: dos días de reposo. Ahora, la perspectiva de estar echado dos días en la cama con tiempo libre se hace idílica a los ojos de quién lee esto desde una oficina frenética o en su BlackBerry a los empujones en plena peatonal pero, para ser honestos, debe tratar de quitarse esa imagen de John Lennon y Yoko Ono boludeando en pijama y en su lugar imaginarse al caballo de El Padrino. Apaleado, como si un camión con reses me hubiese pasado por encima mientras las vacas hacían sus necesidades, ciertamente no estaba para leer sobre la Escuela de Franckfurt o el nacionalismo en la Argentina de 1930. No, no.


Pero no dejaría que un virus me destruyese, así que tomé coraje y pensé: "si alguien aquí va a destruirme, seré yo mismo". Y entonces me clavé una maratón de películas sobre superhéroes.


Seamos claros, no puedo decir que no lo sabía. Con la excepción de Batman, las últimas películas sobre superhéroes suelen ser malas, previsibles y plagadas de clichés. Ahora, ¿y? ¿Se cagan a tiros? ¿vuelan cosas por todos lados? ¿hacen cosas inverosímiles y visualmente llamativas? Listo. Lo demás es como quejarse del valor nutricional de las golosinas. No tiene sentido.


Los elegidos para transitar este camino de autodestrucción sináptica fueron el Capitán América, Thor y Linterna Verde.


Ya del otro lado del Rubicón, algunas conclusiones parciales y comentarios aislados:


1) Los productores se resisten a hacer una sola película de cualquier cosa. El final siempre tiene que ser abierto. Ya hemos hablado de esto con respecto a las películas de terror, pero veo que es una cuestión general. Antes un Rambo o un Chuck Norris mataban a todos los soviéticos en una película, a todos los coreanos en otra y a todos los galeses (?) en otra. Pero eran operaciones separadas, completas. Paquetes cerrados en sí mismos. Ahora el bueno no termina de festejar que salvó el mundo que el director tiene que enfocar algún objeto que nos dé a entender que lo salvó, pero hasta ahí nomás.


2) No contentos con el final abierto, quieren dejar absolutamente establecido que se viene una secuela, por si algún gil todavía no entendió las indirectas. Señores, basta de agregar escenas después de los títulos finales. La primera vez que se hizo fue revolucionario, pero ahora simplemente hacen que uno no pueda dejar el cine en paz. Aunque haya ido a ver "La arena se escurre de los dedos como la vida de un filatelista en un país de gente sin baba" del realizador ucraniano Zvlatij Kajhvilshjivgómez y se esté orinando encima (uno, no el realizador ucraniano), no puede evitar quedarse para ver si después de todos los títulos aparece una escena de dos minutos donde entran agentes de la CIA a decirle que han encontrado una persona que babea (¡acá! ¡en la segunda fila del cine hay uno!) y que debe ir con ellos inmediatamente.


3) Los malos antes eran más maduros. Un tipo antes te destruía el mundo porque sí; o lo quería dominar porque se le cantaba la gana y tenía plata para bancarse su propia organización. Ahora quieren tener todo el poder, dominar el mundo... pero por una cuestión de celos, de envidia. Antes querían 100.000 millones de dólares y se cagaban de risa mientras lo decían, ahora en el fondo quieren que el padre los reconozca y lo dicen con ojos vidriosos.


4) Miren, yo entiendo que "super" tiene que dar la sensación de destacarse sobre el resto. Incluso comprendo que intenten atrapar a la reacia platea femenina, pero -¡por la memoria de Adam West!- dejen de mostrar el torso desnudo del protagonista. Innecesario por donde se lo mire. O lo dejan de hacer o equiparan y muestran también el de la coprotagonista. Si no, se trata de una flagrante discriminación hacia los hombres de torso flácido.


5) Todas estas películas tienen una frase que actúa de nexo entre los protagonistas que se dice al pasar en un momento de la película y que vuelve a repetirse (encajando perfectamente) en el momento de la resolución del conflicto. Siempre. Ahora, esa frase-guiño puede tener dos funciones: pegarle al malo o crear un momento romanticón en medio de los tiros y las explosiones.


Ejemplo de frase-guiño que funciona para pegarle al malo: imagine que los protagonistas están almorzando y uno no quiere comer cerdo. "El cerdo cae pesado" define. Ponemos fast forward y, en plena pelea final en un galpón enorme, el malvado está por consumar su victoria cuando el protagonista activa una palanca, se abre un container y 200 cerdos caen sobre la cabeza de la encarnación del mal con acento extranjero. Entonces, mientras levanta a su compañera, el galán le dice con una sonrisa "¿Ves? te dije que el cerdo caía pesado". Así funciona.



Orgulloso, le presenté estas reflexiones fruto de una ardua investigación a mi mujer. "Sos un enfermo" reflexionó.

Quiero una segunda opinión de mi médico.


miércoles, 12 de octubre de 2011

La divulgación es historia



Introducción: casi por definición, la obras de divulgación implican una simplificación. Esta condición para una mayor comprensión de la redacción que logre una mejor retención en el lector huevón parece una contradicción. Pues la ejercitación del intelecto simplón no se da en la consumisión de papilla sino en la conformación de hábitos y la superación de una postulación simple de la realidad. Pero esta constitución no se da en la repetición de lo que diga un libro a elección sino en la fijación y comprensión de una concepción que bien podríamos denominar 'cosmovisión'. Y si bien la acreditación de esto es díficil, una evaluación externa puede confirmar nuestra percepción de la consecución de una idea propia o de la adhesión a una tradición existente. Por supuesto, esta clasificación no tiene la intención de generar confusión sino de ayudar a la clarificación para facilitar la elección de bibliografía futura.


- ¿Eh?

- Perdón, Galíndez. Me voy por las ramas. En realidad lo cité para hacerle una devolución de su examen de Historia. Y me han pedido expresamente que lo haga porque su performance preocupa por lo que se pueda pensar de esta institución. Y de los seres humanos en general. Al parecer, en el último ranking, nuestro país habría caído 23 puesto sólo por su prueba, Galíndez.

Ante todo, para que no lo tome como algo personal, quiero que sepa que yo creo que hay un mérito en hacer libros de historia como los de -pongamos por caso- Felipe Pigna, que simplificando un poco el asunto lleva por los avatares de la historia a un amplio espectro de lectores. Se trata de un mérito económico, sin duda. De hecho, de ahí viene la expresión de que un libro "salió como Pigna". Pero divago, Galíndez. Decía, hay ciertas cosas, sin embargo, que no pueden dejarse pasar. Bah, quizás pudiesen dejarse pasar a una exposición dadaísta o a un drenaje, pero no a un examen de Historia, que es lo que nos congrega hoy.

En primer lugar, es destacable que comprometa su visión en los acontecimientos históricos, pero quizás se haya pasado de rosca con los subjetivemas. Aunque poco académico, puedo aceptar que desde un determinado marco teórico se refiera a los norteamericanos del siglo XX como "cerdos imperialistas". Aunque no soy amigo de las repeticiones, también podría conceder que repita la adjetivación para los ingleses del siglo XVIII; pero no creo que pueda aplicarlo sin más al milenario Imperio Chino. Es claro que la carga es otra. Y dudo que la dinastía Ming haya planeado saturar Occidente con mercancía barata y de mala calidad como usted les imputa. No, no, el gato que saluda constantemente no tiene nada que ver con ellos. Ni tampoco el supermercado que está a la vuelta de su casa, así que directamente taché todos sus reclamos referidos al mantenimiento de la cadena de frío y el redondeo a favor del cliente.

Tampoco puedo negar su compromiso afectivo con los grandes personajes históricos, pero usted lleva sus simpatías demasiado lejos. Por eso quería aclararle que a Heráclito le decían "el obscuro de Éfeso" gracias a su prosa sibilina y enrevesada. Ciertamente "el Negro Heráclito" no tiene una significación análoga. Y si bien "el Azote de Dios" es también un sobrenombre, tampoco es homologable con "el hinchapelotas de Atila". Pero le reconozco que esas referencias por lo menos eran claras. No tanto así en otros casos. Por eso le pido que deje las supersticiones afuera del aula: 45 minutos tratando de entender a quién se refería cuando hablaba del presidente "Mendez". Recién cuando menciona las políticas económicas "del innombrable" pude unir cabos. Incluso uno de mis hijos que leyó a la pasada me preguntó si Lord Voldemort había sido presidente de Argentina. Justo estaban pasando las noticias, así que no sabe lo que me costó quitarle esa idea de la cabeza.

Por otro lado, no tengo intención de rehacer el camino de sus asociaciones libres, pero las facciones que apoyaban respectivamente al Pontificado y al Emperador en la Europa del siglo XII se denominaban güelfos y gibelinos, y no 'golfas' y 'gobelinos'. No, no me interesa saber en qué sentido usted considera que libran una batalla. Simplemente es inexacto.

Quizá, para redondear, marcarle algunos errores puntuales. Cositas de nada. Waterloo no fue una marca de inodoros y la conferencia de Yalta no tuvo como objetivo la promoción de un antiácido. Ciertamente no fue Blas Armando Giunta el que dijo que sólo podía ofrecer "sangre, sudor y lágrimas". No, no le voy a preguntar al plantel de Mandiyú del 92, no fue él quién lo dijo. El régimen de Vichy nada tiene que ver con una crema francesa para perder peso y cuando pregunto por los antecedentes de Perón no puede contestarme que antes era Cangallo.

Ponerle un cero sería ofender a quienes han sido sorprendidos copiándose, pero por otro lado los profesores de esta institución consideramos que haber cursado el mismo año 8 años es una paradoja temporal peligrosa y que la única marmota es usted mismo así que hemos optado por aprobarlo, teniendo en cuenta que algunas respuestas son correctas si uno simplemente cambia la pregunta. Por ejemplo, su respuesta sobre los factores desencadenantes de la primera guerra coincide con la descripción de las prácticas rituales en los deportes de los Mayas.

Además, desde la DEGEP nos dicen que prenderlo fuego no es una solución posible.

jueves, 6 de octubre de 2011

Historias mínimas VI




Esta semana estuve tomando un examen con una parte de multiple choice. Observando las preguntas, me encontré con lo que he denominado "la aporía del multiple choice". Gracias, gracias. Yo también creo que es un nombre muy logrado.


Veamos en que consiste: imagine que tiene una pregunta determinada y encuentra las siguientes opciones:


1) Pregunta determinada 1:


a) respuesta determinada 'a'.


b) respuesta determinada 'b'.


c) respuesta determinada 'c'.


d) Todas son correctas.


e) Ninguna es correcta.


Si las respuestas 'a', 'b' y 'c' fuesen correctas, uno estaría tentado a responder 'd'. Ahora ¿la respuesta 'd' no incluye también la 'e', invalidándose a sí misma? ¿o sea que para esta pregunta no existe una respuesta simple? Dicho esto, usted considera que este planteo:


a) es interesante.


b) es curioso.


c) pone en entredicho al entero sistema educativo desde sus mismos fundamentos.


d) comprate una vida.


e) Todas las anteriores.


f) Ninguna de las anteriores.



¿Cómo que 'd'? ¿donde quedó el amor por la paradoja?


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Envalentonado por los logros de mi aguda inteligencia, consideré que debía dejar un legado al que mis hijas pudiesen volver en momentos de incertidumbre y/o zozobra como un faro que alumbra en la noche de la vida. Aunque, con la claridad del día, me dijeron que el faro zozobra, yo sé que en el futuro lo agradecerán.



DECÁLOGO PARA MIS HIJAS


(para momento de incertidumbre y/o zozobra)



1) Es cierto que debes ser previsora y ahorrar, pero nunca compres papel higiénico de simple hoja ni jugos concentrados para diluir. Y, ciertamente, nunca compres ambos al mismo tiempo. Puede ser trágico.


2) Dicen que las mujeres buscan un hombre parecido a su padre. Desde ya te digo que no te conviene juntarse con ese vaguito.


3) Al elegir marido, lo que cuenta son los valores que importan. Reformulo, lo que importa son los valores de la cuenta.


4) No prometas un decálogo cuando sólo tienes 3 o 4 ideas sueltas.


5) Elije un password y aplicalo a todo. Es la única manera de no perder el acceso a cada banco/diario on line/casa de fotografía/cuenta de mail/grupo de descuentos/larga lista de etcéteras en que hayas creado una cuenta alguna vez.


6) No estires innecesariamente decálogos únicamente porque pusiste que era un decálogo cuando sólo tenías 3 o 4 ideas sueltas.


7) No sobreabundes en explicaciones que generen el efecto contrario y terminan incriminando más de lo que justifican, como el otro día cuando me estaba yendo a almorzar con el diario y se me ocurrió pasar a mear y, cuando un compañero me veía entrar al baño con el diario le expliqué que no era para ahora sino para el almuerzo posterior que... creo que he probado mi punto.


8) Ignorá el punto 7.


9) Cumple siempre tus promesas. Si decís que vas a hacer un decálogo, hacé un decálogo.


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Yo sabía que no iba a terminar bien. Porque una cosa es poner un estándar irreal, imposible como parámetro de la belleza femenina, pero además recurrir al photoshop para mejorar a mujeres que ya de por sí hacen gastos ridículos en cosmética es tentar a la suerte. No bastó con haberse olvidado de reponer el ombligo en alguna sílfides, sino que fueron más allá. Cada vez más allá. Por eso en realidad no me sorprende la última foto de portada de la revista de Susana Gimenez.











Esa pantorilla no se la cree nadie.


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Cosas que escribiría si tuviese Twitter:


La magia es como los embutidos: se disfruta más cuando no se sabe cómo se hace.


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Si nuestra época se caracteriza por romper los límites impuestos por la naturaleza o las tradiciones, nadie encarna mejor el espíritu de nuestro tiempo como Silvina G-Q (pronúnciese yi-kiú). Nacida bajo el nombre de Raúl Gutierrez Quevedo, ya desde niño...desde niña comprendió que había nacido en el cuerpo equivocado...¡equivocada! Ah, no, equivocado estaba bien. Se sentía mujer y amaba ser mujer, por lo que a nadie sorprendió que abrazara el travestismo. Sobre todo después de haber abrazado durante tanto tiempo a su primo Damián. Fue una liberación. Atrás quedaron los intercambios de remera con los pilares del equipo de rugby contrario y se abrían posibilidades de intercambio de ropa con sus amigas. Pero la sociedad no estaba preparada. Él...¡ella! la prepararía (¿prepararío?) Fueron sus valientes reclamos los que terminaron en la histórica instalación de mingitorios en el baño de mujeres del Cine Atlas.


Casi como una consecuencia natural, el amor por su nuevo género decantó en su afiliación al movimiento feminista. Un feminismo que bregaba por la igualdad absoluta entre varones y mujeres. ¿Y qué si eso resintió un poco la femeneidad de su aspecto? El feminismo de la igualdad es lo que es. Las mujeres no son menos que los hombres, son iguales. A tal punto que podríamos decir que son lo mismo. Además, fueron esas horas de marcha y de lucha compartida lo que fue fermentando aquél paso que terminaba de personificar la ruptura con la sociedad tradicional: el amor por su compañera Diana Olivares le hizo comprender que era lesbiana.


Contra viento y marea, Silvina y Diana lograron formar una hermosa familia junto con sus 4 hijos. Aquí una foto de este...esta rebelde que logró romper todas las tradiciones en pos del cumplimiento de sus sueños:











Silvina es la de bigote.






jueves, 22 de septiembre de 2011

Breves e inconexas VI




1) Si algo ha eclipsado las filtraciones de Wikileaks han sido las filtraciones de Choluleaks. Fotos de famosos desnudos se hacen públicas sistemáticamente. Por supuesto -en los casos en que el culpable no es un ex novio despechado- se trata de robos de teléfonos celulares y hackeo ilegal de computadoras. Gente de bien que se ve sorprendida en su intimidad por inescrupulosos voyeuristas.


Habiendo establecido esto, mi pregunta es ¿por qué diantres hay personas que se sacan fotos desnudas con su celular en primer lugar? Es decir ¿cuando serían un buen momento para ver fotos de uno mismo como Dios lo trajo al mundo? "Che, qué macana, todavía faltan 200 números para mi turno. ¿Cómo era yo desnudo?"; "Este es mi sobrino Ambrosio comiendo papilla, esta es mi perrita Laica corriendo por la playa, esta soy yo en bolas mirando con cara de ninfómana, este es el cumpleaños de mi abuela...".


Un 'desnudo cuidado' es el desnudo que no se fotografía.


2) No me gusta ver películas de terror. No existen motivos éticos, estéticos, técnicos, estocásticos o peripatéticos. Simplemente soy cagón. Cada incursión forzada termina con un pensamiento similar al que uno puede tener mientras el carrito de la montaña rusa remonta lentamente la primera subida: "¿Por qué me estoy sometiendo voluntariamente a esta tortura? Y ahora ya no puedo volver atrás".


Ahora bien, mis incursiones en el género* han bastado y sobrado para constatar un par de cosas:


- Si alguien se baña, entonces va a morir. No sé si habrá lobby de las perfumerías francesas, pero lo cierto es que tomar una ducha (ni que hablar de un baño de inmersión) es una sentencia de muerte. Y los que se salvan siempre están sucios al final de la película. Lo preocupante del caso es que los asesinos no parecen respetar la intimidad. Me gustaría ver una escena en la que el asesino entre al baño y se encuentre con la víctima sentada en el inodoro.


- Los zombies son lentos y -paradójicamente- pueden morir. Un zombie es una criatura infernal ciertamente curiosa: al parecer, al resucitar a una persona esta pierde a) el equilibrio: ya no puede caminar balanceando graciosamente sus brazos sino que parece estar tomando distancia en el patio del colegio; b) todo atisbo de velocidad: si se quiere evitar ser mordido por un zombi, básicamente lo que hay que hacer es apurar el paso. No obstante, aun cuando son lentos y van murmurando constantemente, logran sorprender a los personajes secundarios que siempre están mirando para atrás; y c) la noción de una dieta balanceada: quizás por resentimiento contra los que tienen articulaciones, lo único que les interesa es la carne humana. Nunca una ensalada o unas machas a la parmesana. Además, pueden estar días vagando sin sentido, pero apenas se hacen de un cacho de persona (o de la persona de Cacho) no pueden esperar a ponerla unos minutos a la parrilla.


- Las octavas partes nunca fueron buenas. Los distintos géneros (comedia, acción...) han adoptado la permanencia de historias para dar continuidad a un relato, a un personaje o, según dicen algunos malintencionados, lucrar. Ahora, las películas de terror han llevado este principio hasta el paroxismo.


Una película de terror sólo puede terminar cerrando el circulo: la muerte del asesino; el cese del destino trágico; la exorcización del espíritu errante. La amenaza constante que da sustento a la película debe ser eliminada. Eso debería anular la posibilidad de una secuela. Pero no, el asesino no estaba tan muerto, el destino sólo había hecho una pausa para ir a mear y le erraron con la exorcización del espíritu errante. O sea, es lisa y llanamente desautorizar la película anterior. Sólo se trata de un tiempo de respiro para que la protagonista consiga un nuevo entorno en el que puedan morir todos después de que su entorno muriese en la película anterior.


3) Blogger son los padres.


Esa es mi conclusión. Desde el momento en que uno decide publicar algo en un blog, entiende que la posibilidad de una feedback cara a cara es difícil. Por suerte, además de los comentarios, se puede echar mano a las magníficas estadísticas que nos provee blogger y allí encontrar no sólo la cantidad sino la cualidad de los lectores que entran al propio espacio. Y así es como uno se entera, por ejemplo, qué es leído en Argentina (naturalmente) pero también en España (¡bien ahí!), en México (¡soy un tigre!), en Libia (¿eh?) y en Alaska (¿llega la conexión a internet siquiera?)


No puedo dejar de sospechar. Internet es una red, concedo; existen los amigos de los amigos, por supuesto; hay hispanoparlantes diseminados por el mundo, claro está; todas las personas del mundo pueden ser conectadas en 6 etapas, ponele; pero no me vengan con que una persona cuyas preocupaciones van desde la asimilación de otra cultura al intento de convencer al resto de su familia de que la mudanza a Burkina Faso es efectivamente una oportunidad aprovechada quiere leer sobre las inconsistencias que presenta el zombi como personaje. Ahí hay un muchacho de blogger entreteniéndose mientras pone banderas al azar para que estemos contentos.


¿Paranóico dice? Piense la opción: "Los rebeldes han tomado la ciudad y dicen que ya se puede leer Kairós nuevamente. La gente sale a la calle mientras solicita una nueva entrega de 'Breves e inconexas'".



Pero, si llega a ser el caso, que lo disfruten con salú.


















* hablo del género de las películas de terror, que después se me arma lío con mi mujer.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Fermín


Son las siete y media de la tarde. Un vagón de subte que ya no está atiborrado, pero cuyos pasillos todavía albergan gente parada. Y una persona que sube con un parlante, un micrófono y una guitarra. Es Fermín.

Ya conocemos a Fermín; lo hemos visto en dos o tres ocasiones. En el mundo de los títulos autoimpuestos -allí donde Atlanta es el capo de la "B" y yo soy un crack- Fermín es músico. No sólo lo atestiguan su guitarra y su micrófono sino también su pelo desaliñado, su remera gastada, su pañuelo al cuello y sus pantalones chupines. Sabiendo que cuenta con esos testimonios irrefutables, Fermín toma la palabra frente a los que ha impuesto que serán su público. Nos explica que -para el que no se dio cuenta- él es músico. No un músico de subte, no. Él tiene una banda. Pero los meandrosos caminos de la vida lo obligan a llegarse hasta el subte (un Hades tan simbólico como literal) para obsequiarnos con su talento a cambio de lo que nuestra generosidad (¿generosidad? ¡justicia más bien!) quiera retribuir.

El problema es, desde el primer momento, que los viandantes no retribuyen nada -ni siquiera una mirada- al bueno de Fermín. Los auriculares que se vislumbran aquí y allá nos permiten presumir que la gente escucha otra música o se pone algo para no escuchar la de nuestro héroe; los ojos que se posan en el libro/diario/fotocopia/etiqueta con información nutricional que cada uno lleva o -a falta de un texto propio- en el de al lado nos indican que existe una resistencia.

Y Fermín lo nota. "Parece que no hay onda" reflexiona en voz alta. El didascálico valor de sus palabras no permite escapar a la invitación: un ruego espontáneo del público, una súplica conjunta, un pedido popular de rectificación o la explicación justificante de un malentendido se imponen naturalmente. Pero parece ser que nos encontramos entre una multitud contra natura, porque no pasa nada de eso. Sólo textos y auriculares.

Fermín sigue buscando una mirada cómplice. Incómodo, a 70 centímetros del Maestro,el que escribe parece desafiar al primer párrafo del libro que tiene entre manos a ver quién pestañea primero. No puedo quitar la mirada de esa hoja. Fermín está muy cerca y me interroga con la mirada. Lo siento. Siento sus ojos escrutadores cuando pasan una y otra vez por el lugar donde me acodo. Ya conocemos a Fermín. Se impacienta facilmente Fermín.

"Yo a veces no sé qué hago acá" brama. ¡Silencio! ¡que nadie se atreva a sumarse a la pregunta! El Maestro se encuentra en un debate consigo mismo. Se pone en duda y se reafirma. El tiempo parece detenerse, dejando a los ocasionales habitantes del vagón suspendidos en un momento infinito, del que sólo nos puede rescatar el arribo de Fermín a una conclusión.

"Yo suspendo" anuncia. No debería quitar la vista de mi párrafo, pero no puedo evitarlo. Aunque haga contacto visual y me transforme en una estatua de piedra, debo ver la reacción de Fermín. Pero él, magnánimo, ya se ha dado vuelta contra la puerta y canturrea algo mientras toca la guitarra desapasionadamente.

Detrás de él: el vacío. Sólo un tendal de textos y auriculares; algún remordimiento quizás, probablemente varios alivios; un párrafo fijo y una frase. Una frase que brota de lo más hondo del corazón, a apenas 70 centímetros de ese portento del ritmo:


"Fermín, dejá de hincharnos las pelotas".




Que lo disfruten con salú.



martes, 6 de septiembre de 2011

Antes del fin



Quienes han tenido la dudosa suerte de leer mis escritos históricos, saben que pienso que se suele prestar una atención desmesurada a las últimas palabras. Incluso que, en un envalentonamiento revisionista, he puesto en duda que las últimas palabras que se atribuyen sean efectivamente las últimas palabras pronunciadas. Si me preguntan a mí, las últimas palabras de Napoleón deben haber sido algo del estilo "Arghhhh, la puta que arde" y las de Gaudí algo como "¿Cuidado con el 60? ¿qué ses...?".



Porque digan lo que quieran, pero las de la lápida tampoco son las últimas palabras. Si el muerto alguna vez las pronunció, seguro que fue en momentos de mayor lucidez. Y si son una cita, el occiso quizás ni las haya escuchado en su vida (y menos que menos en la muerte) Jim Morrison tiene en su tumba una cita en griego. ¿Cuantas veces lo escuchó hablar en griego? No, no se le entendía porque estaba dado vuelta, no porque fuese grieg... que no. Siga así, dele, siga así que en su lápida va a aparecer "puto el que lee" escrito en griego. Total, sus familiares lo van a tener como un intelectual y usted tampoco es que se va a incomodar si se descubre.



De cualquier manera, el punto no es ese. Lo que me interesa es...no, tampoco sé como se dice "puto" en griego. Decía, lo que me interesa es poner sobre el tapete aquellas frases que, sin ser las últimas palabras, desencadenan el proceso que lleva a que haya últimas palabras; que actúan como el detonante de una serie de eventos desafortunados; que llevan en sí como germen la posterior serie de actos dañinos; que hacen, por así decirlo, que se pudra todo.



Listo aquí algunas frases que no encontrará en lápidas (a menos, quizás, que sea alguna alusión pintada encima con aerosol) ni enmarcada en manuales del secundario, pero que -por las consecuencias que trajeron- para muchos han significado un dramático cambio en su historia:





- ¿Te acordás de mi ex novio psicópata del que te hablé?



- Vos dejame a mí que te muestro como se hace.



- No, no pusiste 'Reenviar' sino 'Responder a todos'.



- ¿La madre? Ah. Disculpe, es que por teléfono suenan igual.



- Ponelo que ni se van a dar cuenta.



- Sí, puede ser que estés un poquito más culona.



- ¿Alguien del público tiene una pregunta? ¿la bragueta abierta dice?



- ¿Qué querés apostar?



- Vos estabas tomando pastillas anticonceptivas ¿no?



- ¿Pero qué puede pasar?



- Quienes han tenido la dudosa suerte de leer mis escritos históricos, saben que pienso que se suele prestar una atención desmesurada a las últimas palabras.









lunes, 29 de agosto de 2011

El discurso del bufón



A nadie escapa la importancia de saber transmitir las ideas con precisión y claridad. La ambigüedad de la frase del ingeniero Takashimi "se me escapó un gas", tomada con tanta jocosidad al principio, redundó en la muerte de no menos de 350 personas que no comprendieron que el gas se había escapado del reactor 5. Menos dramático fue el caso de la empresa "John Johnson & Son". Se dividió a la gente del departamento de Recursos Humanos en dos grupos; uno debía elaborar propuestas para evitar la reduplicación de tareas y el otro para mejorar la comunicación interna. Grande fue la sorpresa de Johnson padre cuando descubrió que ambos grupos habían preparado propuestas para evitar la reduplicación de tareas.


Se trata de casos de mala praxis lingüística ejercida por incompetentes que deberían volver a las cavernas. Especialmente el ingeniero Takamishi; por lo menos hasta que se calmen las aguas. Los familiares de las víctimas suelen ser rencorosos.


Por eso, para usted, que cuando dice la palabra "admonición" en una conversación hace una pausa dramática de 10 segundos para que el resto admire su vocabulario; para usted, que habla siempre de "sus lecturas", sin aclarar que son dos ("Mi planta de Naranja Lima" cuando estaba en séptimo grado y un libro de Dan Brown que le regalaron hace dos cumpleaños); para usted, que en un poema a su primera novia hizo rimar "primor" con "amor" y siente que deberían hacerle un lugarcito en la Academia Argentina de Letras; para usted son estos consejos sobre cómo mejorar sus discursos y/o cómo dejar de decir gansadas a mansalva.


Y hacemos esto porque hemos detectado algunas expresiones que utiliza que van desde lo francamente desconcertante a lo metafísicamente imposible. Vayamos a algunos ejemplos.


"Después de todo, lo que digo es totalmente lógico".


Le pido que se tome un minuto y me trate de contestar qué podría haber "después de todo". Y la respuesta es nada porque, si hay algo, entonces o está en el todo o el todo no es tooooodo, sino sólo "una suma bastante importante de cosas". en definitiva, o es la nada o es parte del todo, pero si es parte del todo no puede estar "después" de aquello de lo que forma parte. ¿Se entiende? Es como todo, usted no parece entender nada.


Y lo peor es que además le parezca lógico.


"Desde luego".


Su manejo de la temporalidad lineal deja mucho que desear. ¿Cómo va a situar el principio en el futuro? ¿por qué no la hace completa y dice "desde luego y hasta la semana pasada"? Le diría que es un animal pero los animales se manejan con humildad y tino en el presente.


"Antes que nada, quisiera aclarar que..."


Solamente para chequear ¿tiene usted datos certeros de una futura y cercana aniquilación? ¿no? Entonces lo que dice no tiene sentido. Y desde ya que no aclara. Si quiere puede mezclar y decir "después de nada...". Quizás deba dedicar gran parte de sus conversaciones a discutir con los que sostienen la eternidad del mundo, pero, después de una suma bastante importante de cosas, se trata de algo más interesante que lo que usted estaba por decir en primer lugar.


"Mire, lo que yo quise decir fue..."


¿Se da cuenta? ¿se da cuenta de que lo suyo no es lo verbal sino lo visual? Primero da una orden a su interlocutor ("mire") y luego, mientras el pobre cristiano está distraido buscando el objeto que usted querría mostrarle, usted le tira por la cabeza lo que hubiese querido decir si tan solo hubiese palabras para describir lo que usted realmente quería decir. ¡Ah! ¿las hay? Pero que cosa, che. ¿Por qué entonces no las dijo la primera vuelta y nos ahorraba la molestia a todos?


"No es para tanto".


Ahora usted está siendo deliberadamente ambiguo. Lo hace a propósito ¿no? ¿A qué viene esto de cuantificar el alcance de sus dichos? ¿cuanto es "tanto" y, en cualquier caso, para cuanto da lo que usted dice? ¿Para menos enunciados? ¿para menos verbos conjugados? ¿menos objetos directos? Trataré de ser lo más sintético posible: Tú Tarzan, yo NO Jane.


"¿Por qué no se va a la re%&$# de su madre?".


¡Muy bien! Esto es un avance. Usa la pregunta retórica y una metáfora en la misma oración. ¿A qué barrabrava me dijo que pertenecía? ¿ninguna? No, por nada.


Incluso veo por su puño en alto que ha aprendido a comunicarse de formas no verbales. ¡Bien por usted! Y yo que pensaba que ¡ay! Sí, sí, ya entend...¡baje ese bate! ¡no, no sobre mi rodilla! ¡ay! Espere, trate de contemplar el valor didáctico de lo que ¡ay! No, no de lo que "hay", imbécil. No hay nada, nada que no sea parte del todo quiero decir. Lo que pasó fue que interpuse una interjección de dolor porque usted me ¡ay! ¡exactamente! Lo del bate. ¡Ay! sí, sí, lo captó perfectamente. Es más, antes de desmayarme quiero decirle que ha hecho grandes prog







lunes, 1 de agosto de 2011

Breves e inconexas V



Los tiempos de crisis son también tiempos de oportunidades. Sí, sí, ya sé lo del ideograma chino. Es ante la necesidad que se presenta patente que nos vemos obligados a buscar salidas que antes no habíamos pensado, a proponer tomando riesgos que en la comodidad de la bonanza no hubiésemos tomado. La adrenalina de la situación límite reencauzada en una explosión creativa que nos sitúa en un nuevo lugar...


O no.


Los tiempos de crisis también arrojan esperpentos que únicamente pueden entenderse como fruto de una crisis. Mamarrachos que sólo queda mirar con cejas arqueadas, ojos achinados, sonrisa condescendiente y un lento asentimiento de cabeza que indican a una vez lástima, simpatía y el intento de evitar decir "esto es una bosta".


En esta segunda categoría podemos encontrar el presente escrito, cuya inconexión y...eeeh...brevitud abrevan en una fenomenal ausencia de ideas sólidas. A tal punto que en un momento incluso le parezca estar leyendo una entrega de "historias mínimas".




1) El acuciante tema del mal, al que nuestro tiempo le ha añadido una dosis de relativismo que nos quite todo norte y referencia, van minando la confianza del hombre contemporáneo en un cosmos ordenado; en una historia con sentido; en un hombre que no sea el lobo del hombre. Es por eso que atesoramos aquellas personas y aquellos valores a los que todavía podemos recurrir para orientarnos en este mundo caótico. Por eso me pregunto: Carlos Villagrán ¿por qué mierda tenías que contarnos que te encamabas con Florinda Meza a espaldas de Roberto Gómez Bolaños? ¿qué necesidad de romper esa mágica burbuja de la vecindad, donde podría haber pobreza, vagancia, trabajo infantil y violencia física, pero nunca un lío de polleras? ¿por qué quitarle a las generaciones venideras la imitación de cachetes inflados, que ya nunca podrá hacerse con inocencia? Ni con Inocencia ni con Florinda, por supuesto.



Y perdón que diga todo esto, pero el chiste del Edipo mal resuelto ya lo hizo todo el mundo.





Y le decía "tesorito" enfrente del otro, la muy hija de puta.




2) No debe haber una profesión que nos genere mayor veneración que la de médico. O sea, podemos respetar y admirar a hombres de oficios o profesionales de las más diversas ramas, pero ninguno cuenta con la adhesión de nuestro instinto de conservación como un galeno. Se trata de una persona que puede decirnos cosas como "usted está hecho pelota"; "sus resultados francamente no me conforman" o "quítese la ropa" sin que nos atrevamos a responder otra cosa que un "sí, sí" como pidiendo perdón o un genuflexo "ta' bien, Doctor".


La cosa es que la semana pasada me enfermé. Sí, estoy mejor, gracias por preguntar. Cuando uno se enferma ya no basta con llamar y avisar que se está enfermo. No, no. Hay que solicitar médico. Médico laboral. Sí, ya sé, pero aunque suene enfermo lo tiene que pedir lo mismo. Porque, además, es fácil "sonar enfermo" cuando uno está congestionado con gripe pero ¿cómo se hace cuando uno está con una descompostura? No estoy diciendo que haya tenido una descompostura, sólo digo que...no, tampoco lo estoy negando. Pero no soy yo el que estoy sobre el tapete sino el médico. El médico laboral. Como la que vino la semana pasada a mi casa.


La recibí en la entrada de mi departamento pensando que me iba a pedir que me acueste en mi cama para revisarme. Pero no, no sólo no tenía intención de revisarme sino que tampoco pensaba acercarse demasiado, no vaya a ser cosa que yo estuviera enfermo. Y entonces, me tiró la pregunta que mi situaba a mí como un especialista o a ella como una Contadora Pública: "¿Y? ¿qué tenés?". No la sintomatología; lo que me pedía esta buena mujer era un diagnóstico, una hipótesis clínica. Yo, entonces, no sólo opiné sobre mi enfermedad (que no he afirmado ni negado que se tratase de una descompostura) sino que la acompañé de información sumamente importante y precisa sobre la presencia de una hepatitis viral en el seno familiar. Me dirigió una mirada inescrutable y -con un dejo de autismo- me entregó un papelito verde que certificaba que mi llamada, aun cuando no sonase enfermo (lo que no es un reconocimiento ni una negación de una posible descompostura) era verosímil y se me perdonaba haber faltado.


"¿Qué me aconseja, Doctora?" pregunté con ingenuidad. "Que no te olvides la llave cuando me bajes a abrir la puerta".



3) Orientación vocacional para psicópatas



¿Es usted un potencial asesino y considera que la sociedad no le deja espacio? ¿disfruta inflingiendo dolor a sus semejantes y siente que lo juzgan moral y penalmente? Usted sólo debe vislumbrar los resquicios en los cuales su actividad no sólo es bienvenida sino incluso valorada.


Posibles ocupaciones para un psicópata hecho y derecho:


- Proctólogo


- Auditor


- Volante central en un club del Nacional B


- Director de programación de canal 7


- Recepcionista de turnos en el RENAPER



4) Avisos clasificados de actualidad:


- Busco co-protagonista para video prohibido. Único requisito: ser medianamente famosa. Seriedad y absoluta falta de privacidad garantizadas.


- Vendo recopilación de merchandising infantil. Made in Avenida Corrientes (oriyinal) Vinchas, gorritos, remeras, globos inflados con helio de Barney y huevos inflados con Barney. De regalo, dos entradas a la final de la Copa América sin uso.


- Blogger mundialmente desconocido busca mecenas para dejar de trabajar y mejorar así la calidad de sus textos. Buena predisposición al ocio contemplativo y a la siesta. Imaginación en aceptable estado y voluntad sin uso. Interesados contactarse a kairos-apuntes.blogspot.com y preguntar por Pablo.



Que lo disfruten con salú.




miércoles, 20 de julio de 2011

Títeres del destino



Cumpleaños infantil. 17:12 hs.



Una miríada de niños observa una tabla de madera más ancha que alta que se yergue delante de ellos. En el centro de esta madera más ancha que alta se recorta un cuadrado que nos deja ver el pedazo de tela roído que se usa como todo telón de fondo. De repente, desde el extremo izquierdo, aparece el payaso Manolete, quién camina meciéndose hasta el centro del cuadrado que se recorta sobre la tabla más ancha que alta. Manolete se da vuelta hacia el público y exclama:



Payaso Manolete: - ¡Hola, Chicos!


Chicos: -¡¡¡¡HOOLAAAAAAAAAAAA!!!!!


Payaso Manolete: - ¿Cómo están?


Chicos: -¡¡¡¡BIEEEEEEEEEEEEEEEENNNNN!!!!!


Payaso Manolete: - ¡Qué bueno! ¿Saben? Se me perdió mi conejo Pompón. ¿Me ayudan a encontrarlo?


Chicos: -¡¡¡¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete: - Gracias. No entiendo por qué tienen que gritar, pero gracias igual. Si lo ven, avísenme.



(En el margen superior derecho se asoma Pompón)



Chicos (señalándolo): ¡AHÍ!¡AHÍ!


Payaso Manolete (desorientado): - ¿Dónde? ¿dónde?


Chicos: -¡¡¡¡AHÍIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete (mirando hacia el otro lado): - ¿Dónde?


Ernestito (sacado): -¡¡¡¡AHÍIIIIIIIIIIIIIIIIII PELOTUDOOOOOOOOO!!!!!


Payaso Manolete: - Bueno, bueno, flaquito. Aflojale al azúcar ¿eh?



(Pompón, evidentemente, ya no estaba más. En ese momento hace su aparición la Princesa Jacinta)



Princesa Jacinta: - ¡Payaso Manolete! ¿Qué buscáis por estos lares?


Payaso Manolete (todavía mirando al niño de reojo): - Se me ha perdido mi conejito Pompón.


Princesa Jacinta: - ¡Oh, qué desgracia! Pero si los niños nos ayudan...


Payaso Manolete: - Dejá, ya les dije...


Princesa Jacinta: - ...lo encontraremos, sin duda. ¿Nos ayudáis, niños?


Chicos: -¡¡¡¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete: - ¡No los hagas gritar, por favor te lo pido! (A los niños) El payaso Manolete estuvo tomando unos... jugos anoche y hoy le duele un poco la cabeza.



(En eso, en el margen inferior izquierdo aparece Pompón)



Chicos (señalándolo): ¡AHÍ!¡AHÍ!

PJ y PM (moviéndose convulsivamente): - ¿Dónde? ¿dónde?

Chicos: -¡¡¡¡AHÍIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete: - No lo veo.


Ignacito: - Maestro, 20 chiquitos de 6 años lo ven y vos no. ¿Me estás cargando? Sos un tarado. No servís para nada.


Payaso Manolete: - Preguntale a tu vieja si no sirvo para nada. (Mirada admonitoria de la Princesa Jacinta) ¡Porque animo cumpleaños y ella me paga, digo!


Niño: - ¿Y no es medio frustrante repetir la misma rutina una y otra vez?


Pompón (que aparece acodado en el margen inferior derecho): - ¿Sabés qué pasa, pibe? La calle está dura. Y con esto mal que mal te la rebuscás. Yo, así como me ves, era una de las promesas del circuito under.


Pedrito: - ¿Qué es el circuito under?


Payaso Manolete: - El circuito under es un lugar donde Pompón fracasó miserablemente, pero en el que todos son tan cool que ni abuchean, así que Pompón piensa que era un ídolo.


Matiit...el pequeño Matías: - ¿Qué significa cool?


Pompón: - Es lo que no es Manolete, que sangra por la herida porque la única vez que se subió a un escenario fue de tramoyista a poner una silla y ni eso hizo bien.


Ermenigildito: - Pero eso no es una definición sino un ejemplo. Y negativo, con lo cual incumple por lo menos dos reglas de la definición.


Pompón: - Vos vas a morir virgen, pendejo.


Princesa Jacinta: - ¡Pompón! ¿No os parece que habéis ido un poco lejos?


Pompón: - ¿Y a vosotros no os parece que podéis iros a la puta que os parió? Porque yo no os digo nada cuando le metéis los cuernos a Manolete con el Príncipe Braulio.


Manolete: - ¡¿QUÉ?! ¡¿con Braulio?! ¡No os lo pued...no puedo creerlo! ¡Atorranta!


Pedrito: - ¿Qué pasa?


Pompón: - Es que Manolete acaba de enterarse que la Princesa Jacinta es más fácil que la tabla del uno.


Juancito: - El año que viene vamos a aprender las tablas. Ahora aprendimos a sumar y a restar.


Pompón: - No te preocupes que vos restás, querido, vos restás.


Princesa Jacinta: - Pompón, sos poco conejo ¿cómo vas a decir que yo lo engañé con un hombre?


Pompón: - Me retracto. Manolete, no te engaño con un hombre. Te engañó con varios. ¿Así que saben sumar, chicos? A ver si me ayudan: estuvo Hernán el soldado, Lorenzo el bombero, el Batracio José...


Princesa Jacinta: - ¿Por qué me hacés esto?


Payaso Manolete: - ¿Vos querés que te rompa la cabeza?


Ermenelgildito: - ¿Al batracio José también lo contamos como "un hombre"?


El pequeño Matías: - ¿Qué significa 'batracio'?



(La situación se descontrola. El Payaso Manolete se arroja encima de Pompón; Ernestito se arroja encima de la Princesa Jacinta; alguien grita que los chisitos están mojados; otro que a Pedrito lo vino a buscar la mamá; se produce un saqueo de bolsitas; Manolete le arroja pedazos de torta a Pompón; Pompón dice que la situación es muy semejante a la obra "Sangre y balances contables" en la que participó en el famoso Galpón de los pájaros de concreto de Berazategui; Ermenegildito dice que fueron 2 hombres, o 3 si lo contamos al batracio José; Matías vuelve a preguntar qué significa 'batracio'; las chicas lloran; los chicos orinan las plantas -la planta alta y la planta baja-; las madres tratan de sacar a Ernestito de la Princesa Jacinta...)



Ignacito: - ¿Ves mamá? Te digo lo mismo que te dije después de la contusión del dinasaurio Barney del año pasado y la denuncia de las pichipinas del anterior, vos dejanos una PlayStation conectada y nosotros nos arreglamos.




Que lo disfruten con Fanta.






jueves, 7 de julio de 2011

La necesidad es la novia de todos los inventores



No es fácil la vida de un inventor. La universalidad de su espectro es interpretada por el vulgo como mera inespecificidad; la creatividad de sus empresas es reelaborada por los legos como la profesionalización tramposa de un hobbie; la novedad de sus aportes es vista por los estrechos de espíritu como la suma de una chuchería más al mundo de los objetos materiales. Así, los inventores siempre encuentran dificultades para presentarse en una reunión social, llenar una tarjeta de migraciones o convencer al padre de una novia o a un inspector de la AFIP.


Pero la ingratitud no queda ahí. De tanto en tanto son obligados a escuchar una frase hiriente, humillante, horrible e hinexact...inexacta, pronunciada con una medida de malicia, tres cuartas partes de mala leche y sazonada con una pizca de ignorancia: "Está todo inventado".


Por eso, hoy queremos reivindicar la figura de los inventores a través de la semblanza de un prohombre que se contó entre ese grupo (aun cuando el resto le pedía explícitamente que no lo hiciera): Enrique Bomparola.


"Doctor Enrique Bomparola" se apresura en corregir William Martinez, quién fuese su ayudante durante largos años. "Efectivamente" nos apuramos nosotros en replicar, sólo para no aceptar una derrota biográfica tan temprana. "Lo que no recordábamos era la especialidad. ¿Química? ¿física?". "En realidad, derecho societario. Pero nunca ejerció efectivamente". "¿O sea que de hecho no participó en juicios?". "No, no. Participó en cerca de 180, pero nunca con efectividad".


¿Qué podemos decir de este hombre elegido? Tantas credenciales, tantos documentos, tantos papeles de investigación... quizás sólo que el tamaño de su billetera debe haber sido monstruoso. Los logros de este insigne animal racional son sin duda singulares. Nunca logró que se produjese más de una unidad de un invento suyo. Pero si hay algo que todos reconocieron es que su trabajo significó un vuelco en la historia de la ciencia. Es más, era común encontrar entre la comunidad científica a un científico (sí, es muy común encontrarlos en la comunidad científica ¿no le digo?) preguntarle a otro por los avances de los estudios y encontrar una respuesta unánime "Ese muchacho volcó".


Pero vamos al contenido de sus trabajos. Mientras algunos de sus inventos fueron injustamente relegados al olvido; otros todavía hoy son injustamente recordados constantemente. Tal es el caso del avión con propulsión a mentos con Coca-Cola. ¿Qué nos puede contar al respecto, Martinez?


"El proyecto del Ycaro II era maravilloso: un avión cuya energía venía de una fuente evidentemente alternativa. El diseño aeronáutico sólo era comparable a las ventajas comerciales. La única falla fue quizás que el Capitán debía haber sido un diabético en vez de un goloso empedernido. Es una lástima que se hayan dado cuenta de eso recién en la mitad del Atlántico".


¡Caramba! Convengamos que ponerle el nombre 'Ícaro' a un avión no resulta prometedor.


"No entiendo".


Pues porque se trata del hombre que logró levantar vuelo con unas alas de cera que, por volar demasiado cerca del sol, se derritieron ocasionándole la caída. Y la muerte presumiblemente.


"Pues no. El nombre se debe a que, en la presentación del modelo a los inversionistas, frente a la pregunta de qué les parecía, lo único que dijeron fue: "Y...caro". Por otro lado, se trata de algo completamente distinto a lo que usted expone. Porque la altura estaba bien, el material era otro y no murió una persona sino 230. No obstante, reconozco que hubo algunos defectos en la fase de realización. Cuando testeábamos el modelo y yo le decía 'se cortó el chorro' él entendía que habíamos perdido la financiación. Por eso al final el viaje inaugural se hizo con Cunnington Cola".


Bien, bien. Quizás quiera recordar pasajes más felices de la obra del maestro Bomparola.


"Doctor Bomparola" se apresura en corregir William Martinez, quién fuese su ayudante durante largos años.


Sí, sí, Doctor Bomparola. Decía, quizás sea más agradable recordar aquella joya con la que ganó el Premio "Lástima que tu invento no valga tanto como el mío" que le otorgó la Fundación Bill Gates.


"¡Ah, sí! El mundialmente potente disolvente de todo ente (o 'Disolvetutti', como iba a llamarse comercialmente) Se trataba de un líquido que disolvía absolutamente cualquier material. Lástima que no logramos inventar un envase para contenerlo. Hubiese sido un éxito".


Lamentablemente, sabemos que no se trató de su única decepción comercial. Usted debe tener presente su incursión en el terreno musical.


"Sí, sí. Lo recuerdo. La idea no era mala. En pleno auge de los discos de Bossa con algo, él rompió el molde. esa era su característica en la vida en general y en la cocina en particular: romper los moldes. No un trillado 'Bossa n' Beatles' o 'Bossa n' Rolling Stones' sino un revolucionario 'Bossa n' Joao Gilberto'. Fue un giro".


Sí, un giro de 360°. Todavía debe encontrarse alguna copia en las disquerías. Bah, en realidad todavía deben encontrarse todas las copias en las disquerías.


"No sea injusto, recuerde que Bomparol...que el Doctor Bomparola (me apresuro en corregir) hizo patria".


Es cierto, fue un impulsor de la industria nacional...


"No, no. Hizo P.A.T.R.I.A. El Potente Adecuador de Tonos en Red Inalámbrica mediante Antena. Un dispositivo notable".


Sí, lástima su también notable semejanza con el teléfono celular.


"Se trata simplemente de coincidencias accidentales. ¿Olvida usted que Leibniz y Newton descubrieron el cálculo infinitesimal simultaneamente sin saber el uno del otro?".


Sí, pero en este caso Leibniz tenía el manual de un New-tone XRL635 en su casa...


"Es parte del proceso creativo. Uno a veces toma objetos como fuente de inspiración para otros objetos. Como cuando quiso hacer una versión del alargador de mano pero para objetos que estuviesen cerca. Le aseguro que ese aparato se amoldaba perfectamente a la mano y permitía tomar objetos que estuviesen cerca sin ningún problema. Es cierto, le criticaron que funcional y estéticamente era igual a lo que conocemos como un 'guante', pero el proceso creativo había sido enteramente otro".


Una última pregunta y ya lo dejo quitarse las comillas y la itálica. ¿Qué nos puede contar de ese fatídico último experimento?


"Bueno, usted sabe que todas estas cosas fueron minando su autoestima, a tal punto que trató de suicidarse con un dispositivo de propia factura. Lamentablemente para sus planes, el aparato no funcionó.


Por otro lado, encontró una fuente alternativa para la producción de pochoclo".






lunes, 20 de junio de 2011

El fin del principio o el principio del fin


Desde el momento en que abrí la puerta del departamento, todo era más que sospechoso: la televisión prendida, la heladera vacía, el olor a milanesa quemada, tiras de papel higiénico adornando el living, pequeños focos de fuego distribuidos por aquí y por allá...

De repente, mi hija más grande pasó corriendo semidesnuda mientras gritaba "Vive la resistence" (lo que me provocó un innegable orgullo, ya que una chiquita de 4 años hablando en francés es algo que no se ve en todas partes. En Francia, ponele, y en algún que otro lugar). En eso, veo a mi hija menor venir caminando con los pómulos pintados. Me agacho, la tomo de los brazos y le pregunto: "¿Qué está pasando? ¿donde está mamá?". "¿Mamá? -me dice sonriendo- ...computora".

"¿En la computadora? ¿hace cuanto? ¿qué está haciendo? No me digan que empezó la nueva temporada de Glee". En eso siento una mano en mi hombro. "No, Papá. Mamá... -tomó aire para soltarlo resignadamente- ...mamá tiene un blog".

Flashback. Estamos de novios. Me muestra algunas cosas que había escrito. Le digo que me gustan mucho. Pasa el tiempo. Nos escribimos un par de cartas. Le repito que me gusta como escribe. Ahora estamos en la sección comentarios de un post de Carugo. Un par de personas le dicen que les gusta como escribe.

Tiempo presente. Un nuevo foco incendiario demasiado cercano me quita de mi sopor. ¿Será verdad? Ella efectivamente está en la computadora. Me acerco con temor.

- ¿Querida? ¿estás bien?
- Sí, ¿por?
- Es que la heladera...
- ¿Qué le pasó? Espero que nada porque justo vos trajiste todas las compras del mes. Porque te acordaste de hacer las compras ¿no? Mirá que la heladera estaba vacía...
- ¿Eh? Esteee....sí, sí. Eso, se rompió. Pero el problema es que no sólo eso, sino que además las chicas están descontroladas, la casa es un desorden y...
- ¿Y?
- ...y tengo hambre -agregué haciendo puchero.
- Quiero que sepas que tus problemas... -sonrió enigmáticamente- ...bueno, ahora están en mi cabeza.



lunes, 13 de junio de 2011

Fantasía




Sabía que al traspasar esa puerta, ya no serían más compañeros de oficina. Aunque no quisiera admitirlo, estaría exponiendo una parte de sí a la que un compañero de oficina claramente no accede. La miró por última vez antes de cruzar la puerta -ese hito visible de una frontera invisible- y le dijo: 'Vamos'.


Ella miraba para abajo, se la notaba tímida. Y él la entendía, por supuesto, él mismo abrigaba sus dudas. Pensaba en la cara de su mujer si se enteraba de lo que iba a hacer, pensaba en sus hijos. Pero necesitaba este momento, y no podía mostrarse titubeante.


'Un turno, por favor'. Al decir esas palabras, la inminencia se le vino encima; él trató de escapar racionalizando todo el asunto. 'En el fondo también es por ellos. Si estoy más contento voy a tratarlos mejor, a ser más paciente...'. Pero la excitación y la ansiedad que sentía lo delataban. No era por ellos, era por él. Además, estaba arrastrando a otra persona en su caída. Lo cierto es que, si uno va a ser egoísta, lo mejor es no pensar demasiado. Si uno quiere satisfacer deseos físicos, no hay que darle demasiado espacio a la razón.


Y así entraron a la habitación. Todo estaba en un estado de semi penumbra que expresaba bien sus deseos, que desnudaba sus planes, que reflejaba su estado interior. Enceguecido, presa de una pasión que nublaba cualquier escarceo de prudencia, se metió rápidamente entre las sábanas y -con una sonrisa en la cara- pregustó el placer por venir. Entonces la miró. Ella sabía que estaba allí para cumplir una función, pero se sorprendió por la impulsividad de los movimientos. Tomó coraje y le preguntó lo que quería preguntarle desde el momento de aquella sorpresiva proposición: 'Vos sabés que hay aparatos que podrían hacer esto ¿no?'. 'No es lo mismo' respondió él '...y, en mi estado actual, no puedo confiar en una máquina'. Dicho esto le clavó una mirada entre suplicante y admonitoria, como mostrando que no podía echarse atrás. Ella sostuvo esa mirada un rato hasta que, finalmente, asintió brevemente con la cabeza. Entonces él, no pudiendo contener su sonrisa, le dijo:



"¿Me despertás en una hora?"



Y, dándose media vuelta, se dispuso a dormir.



viernes, 3 de junio de 2011

Dandole al blanco periódicamente


Decía Chesterton que le parecía raro que la gente leyese el diario para informarse de la realidad cuando el diario justamente está hecho de excepciones, de cosas extraordinarias. Pues bien, tiendo a diferir con Chesterton. Merced de la incorporación de repeticiones constantes, hemos llegado a que las noticias sean básicamente las mismas. Lo bueno de esta iteración vital es que presenta una oportunidad económica: ahorrarse la plata del diario.

Desde este espacio le ofrezco un diario standard. El mismo contienen noticias que son actuales todos los días; noticias de último minuto que sirven para todos los minutos; un diario que es, a la vez, anuario, centenario y milenario. A tal punto que pensé en llamarlo "El diario ario", pero la gente de marketing me lo desaconsejó fuertemente. Excepto Goldberg, que me aconsejó que le lleve mi idea a mi madre, o algo así. La gente de marketing también me puso reparos porque la entrega del Atlas en fascículos nunca pasaría del fascículo 1. Les contesté que nunca nadie pasa del fascículo 1; que para el caso mandemos un planisferio y ya está. Seguidamente me objetaron que se contrata gente de marketing para vender más, y que yo estoy tratando de que la gente compre menos. Después empezaron a insultarme, para terminar yéndose mientras pateaban los tachos y escupían las cortinas. Me pregunto de dónde conoce tanto a mi mamá Goldberg .

A lo nuestro. Para que entienda a qué me refiero, le dejo algunos títulos a modo de muestra, para que se haga una idea de lo que sería el diario.

DEPORTIVA:


Está en duda para el próximo partido.


Riquelme entrenó en forma diferenciada


Una noticia con la que puede tirar fácilmente durante los próximos 2 o 3 años. En una de esas le renuevan y tiene para tirar todavía un rato más.


El técnico asegura que esta vez será diferente al año pasado


"Racing está para dejar de sufrir y pelear cosas importantes"


Algunos dicen que la historia es cíclica. ¿Eh? No, no lo digo por nada en particular. Se me ocurrió recién.


(Pero clavado que Nietzsche era hincha de Racing).


POLÍTICA:

"Aunque ahora se haga, yo me acuerdo que (apellido de político 1) estuvo con (apellido de político 2)"


(Apellido de político 3) dijo que (apellido de político 1) era un ladrón.


Lo bueno es que los apellidos son totalmente intercambiables.


ESPECTÁCULOS:

Ídem política.

Eso sí, en lugar de "ladrón" va "gato". Y en donde dice "estuvo con...", puede mantener el apellido de político 2. Y de 1. Y de 3. Y de 4, que bien que lo conocemos.


INTERNACIONAL:


Estados Unidos


Una secta afirma que se acaba el mundo


"Será este año" afirman cruzando los dedos.


Un clásico del que ya se han ocupado los clásicos (recientemente aquí y aquí) aunque sin ánimo de lucro. Peor para ellos.


Presidente de (nombre de país al azar) dijo

"Las relaciones con (inserte su país aquí) son estratégicas para nosotros"


Por supuesto, por supuesto. Y los músicos que vienen únicamente se ponen la remera de nuestra selección. Y Papá Nöel existe. Y únicamente se pone la remera de nuestra selección, porque para el Polo Norte las relaciones con nuestro país son estratégicas.


"La vida siempre te da revancha" es la paradójica respuesta de su líder.

Decepción en secta por incumplimiento de profecía sobre el fin del mundo

Ambas noticias pueden ir juntas, sólo que el mismo día trate de no referirse a la misma secta.



INTERÉS GENERAL:


Mundialmente conocido blogger afirma

"Que lo disfruten con salú"

lunes, 23 de mayo de 2011

El consultorio del Doctor Amor



Advierto que voy a tocar un tema espinoso. Lo que no deja de ser raro, porque cuando uno va a tocar algo espinoso lo lógico sería que lo adviertan a uno. Pero no. Resulta que me advierto y además no me hago caso porque lo toco igual. Espero que mi inexplicable manera de actuar no me reste credibilidad para el tema espinoso que voy a tocar. ¡Ay!


Nos toca transitar tiempos aciagos para la vida en pareja. La gente no se quiere casar; los que sí se casan, se separan; los que no se casan, también. Las relaciones duran un tiempo y parecen agotarse. Ya no hablamos de "nuestra media naranja" ni del "compañero de toda la vida" sino de "el pedazo de naranja que había en el mercado cuando llegué" o de "mi pareja actual" (mote que bien podría ser retribuido con un rodillazo a los genitales por nuestra -ahora- ex-pareja actual) Los motivos que se esgrimen para justificar este desbande sentimental en general no suelen referirse a cuestiones que involucren a los involucrados, como el individualismo o el carácter de mierda, sino a cuestiones 'inevitables', como la rutina o el carácter de mierda...del otro.


Imposibilitado de mediar entre gentes con carácter de mierda, me gustaría hacer un pequeño desagravio de la rutina. Uno quizás haya conocido lugares espectaculares, pero aquellos que verdaderamente significan algo para nosotros lo llegan a hacer justamente gracias a la rutina. El campo de los abuelos donde transcurrió la infancia o la casa de Pepito donde nos juntábamos todos los sábados se constituyen gracias a una miríada de pequeños recuerdos que se solapan hasta taparse entre sí. Y sí es más emocionante conocer la Torre Eiffel o estar en un bed & breakfast en Budapest, lo cierto es que el lugar al que volvemos, allí donde estamos cómodos y podemos descansar no es ese. Eso sí, esta misma comodidad puede transformarse fácilmente en dejadez y desidia, por lo que hay que sacudir la estantería de vez en cuando para evitar el apachorramiento. Espero que haya captado la analogía porque no lo vuelvo a explicar y esto entra en el final.


Pero hemos notado que este principio general sobre la situación de una pareja, sin el debido apuntalamiento, puede derivar en los caballeros en prácticas catastróficas. Es por eso que, desde este humilde espacio, intentaremos dar alguna asesoría para reavivar esa llama a veces lánguida, a veces insuficientemente fogoneada, a veces esquilada y vendida en ferias artesanales hecha bolsitos hippies.


Compartiendo logros:


SÍ: hacerla partícipe de algún logro laboral.


"Querida, hoy en la reunión me terminaron aplaudiendo, y parece que pasa mi proyecto nomás".


NO: mostrarle orgulloso el tamaño de sus deposiciones.


"Che, ¡mirá lo que es eso! ¿No deberíamos inscribirlo en el Registro Civil?"


Sorprendiendo a su pareja:


SÍ: hacer algo intempestivo que muestre la preocupación por ella.


"¿A que no sabés? Reservé una cabaña en la costa. Ya lo arreglé, tu mamá se queda con los chicos y nos vamos ya".


NO: hacer algo intempestivo que muestre que usted es un ser inestable.


"¿A que no sabés? Me gasté todos nuestros ahorros en el Hipódromo. Ya lo arreglé, tendrás que prostituirte y te espera un señor en nuestro cuarto ya".


Evitando relaciones rutinarias:


SÍ: proponerle vestirse temáticamente.


"¿Qué te parece este vestidito de enfermera?"


NO: proponerle barbaridades sistemáticamente.


"¿Un trío con tu prima putona no te va?".


Dándole pequeños gustos:


SÍ: ceder, adaptándose a un gusto de ella para pasar un momento agradable.


"Alquilé una comedia romántica. Si querés podemos verla mientras comemos".


NO: evidenciar que no tiene la más puta idea de cuales son sus gustos.


"Alquilé los Ositos Cariñosos. ¿Qué? ¿pero no que te gustaba algo del amor y no sé qué? ¿no tenías un sticker en tu agenda?".


Incorporándola a sus actividades:


SÍ: explicarle el deporte que está viendo.


"Y cuando quedan empatados a 6 games, el set se define en tie-break, donde hacen dos saques cada uno hasta que uno llega a la diferencia de dos puntos".


NO: ponerla a jugar a la Play en su equipo.


"¡Pero pelotuda! ¡sola te había dejado con el pase! ¡sola! ¡tenías que apretar la "X" nada más! ¿Qué tan difícil puede ser? ¿cómo vas a apretar el botón para tirar el centro?".


Creando lazos con la familia política:


SÍ: realizar actividades con los restantes miembros de la familia.


"Che, me voy a ir a jugar al golf con tu viejo. Nos vemos al mediodía para almorzar todos".


NO: no insista con lo de la prima putona. No es lo mismo.


Los detalles:


SÍ: regalele algo que muestre que a usted no se le escapan los detalles, que tiene un conocimiento atento y una preocupación constante.


"Te grabé un CD con las canciones que escuchábamos cuando estábamos de novios".


NO: no le regale algo que muestre que a usted no se le escapan los detalles, que tiene un conocimiento atento y una preocupación constante.


"Te compré esta perchita de pared, para que dejes de colgar las bombachas en la canilla del baño, la puta madre".


Los regalos:


SÍ: tener pequeñas atenciones que valen más por el gesto mismo de haberla tenido presente.


"Mirá, te traje un flores. No son nada, pero me acordé de vos".


NO: tenga cuidado con aquello de lo que se acuerda.


"Mirá, te traje Glade fragancia floral. No quiero decir nada, pero me acordé de vos".


La finalidad de su actuar:


SÍ: mostrar que se preocupó porque quería mejorar las cosas.


"La verdad es que estuve pensando mucho y me alegro que hayamos podido encaminar las cosas".


NO: mostrar demasiado, demasiado pronto.


"Dale, vieja. ¿Que hacés todavía vestida? El flaco de Kairós decía que con dos o tres boludeces caías muerta caías. Che ¿a donde vas?".





Que lo disfruten con...



"¿No viste que se me fue la patrona, pelotudo?¿cómo voy a disfrutarlo? ¡Gil!".





Saludos cordiales.






lunes, 9 de mayo de 2011

La guerra del Golf


La vista al frente, hacia el horizonte, donde se vislumbra el fin, la meta, la realización del deseo. Un hombre que ya no es más un hombre sino una pieza estética; una mezcla de potencia y gracia; de soltura y cálculo milimétrico; todo en movimiento; todo fluyendo hacia la consecusión de la perfección.


Mi primo estuvo de visita. Hermanados en la infancia por una amistad en la que el lazo de sangre no era sino un dato más que se agregaba a una larga lista de acuerdos, intereses comunes y códigos propios, el espacio y el tiempo quisieron atentar contra ese vínculo multiplicándose el uno y fragmentándose el otro. Yo me convertí en profesor de Filosofía y él en Ingeniero Civil; él me acusa de construir castillos en el aire y yo le recuerdo que construye castillos en la tierra. Así, a 1400 kilómetros de distancia y con una creciente cantidad de compromisos, sólo podemos reavivar esos momentos muy de vez en cuando. La semana pasada fue muy de vez en cuando.


Cuando uno se ve muy de vez en cuando, se da cuenta de que lo esencial no cambia. Uno es el que es y hace las cosas que hace. Pero, debajo de las grandes estructuras, hay una infinidad de detalles menores que sí van cambiando: hobbies que uno comienza, personas que va conociendo, rituales que incorpora, cosas que adquiere y una larga lista de etcéteras. La anterior vez que nos habíamos visto, mi primo me comentó que dentro de ese listado había un nuevo ítem incorporado precariamente: el golf. Y me invitó a hacer la prueba de incursionar en él. Nuevamente, la linealidad del tiempo impidió que tal incursión se realizase, pero quedó como pendiente. Hasta la semana pasada.


Antes de ir al hecho bruto, quisiera dar mi apreciación del golf en ese momento. Entendía que se trata de un deporte que uno debiera comenzar a practicar cuando se arruina las rodillas jugando al fútbol. Sobre su dificultad, no desconocía el mérito de dirigir esa pelotita hacia donde el jugador lo desea, pero entendía que dar un palazo para que la pelota salga despedida -como se requería en la práctica propuesta de ir al Driving-, no debía revestir demasiada dificultad. Pensaba.


Si bien la idea era, como acabo de decir, simplemente ir a pegarle a un canasto de pelotas*, consideré que era mi oportunidad para disfrazarme de golfista. Me puse una linda chomba y desenterré mi cap ("gorrito", si usted no frecuenta los courts) del fondo de mi tercer cajón. Al mirarme pensé que destilaba un aura golfística que no podía traer aparejada sino buenos golpes. Al llegar al lugar, la conversación entre mi primo y el señor del Driving me devolvió a mi lugar de neófito.




- ¿Así que tienen Green Fee?


- Sí, pero corto, no más de 50 yardas.


- O sea que no salen con todos los palos.


- No, con el pitch, el sand wedge y la snitch** se las arregla.


- Bueno, igual nosotros venimos sólo al driving, así que vamos a alquilar sólo dos palos.


- Bien, ¿cuales prefiere? (a esa altura, yo había dejado de ser un interlocutor válido)


- A mí dame un hierro 6 y... -me miró de arriba a abajo- ...un número 9.




Al parecer yo era un 9, sin que tuviese en claro que decía eso de mí. Fuimos a los boxes desde donde uno tira -él a uno, yo al de al lado- y empezamos.


Primer tiro: rastrón miserable que consigue avanzar unas 20 yardas (no, no, los 'metros' dejélos en casa, acá nos manejamos con yardas. Y no me discuta porque le tiro esta pinta de cerveza por la cabeza)


Segundo tiro: pif. La pelota avanza unos humillantes 15 centímetros.


Momento de asesoramiento técnico por parte de mi primo: "pies simétricos, flexioná las rodillas, levantá el mentón, el culo más para afuera, los brazos rígidos, no muevas la cabeza, todavía no muevas la cadera y no hagas fuerza con los brazos. Pero, sobre todo, estate suelto y relajado". Estas últimas palabras contrastaban con -básicamente- todas las anteriores, así que no supe si debía abandonar la posición de górgola en la que me encontraba o intentar usufructuar las posibilidades que me brindaba la recién presentada técnica.


Tercer tiro: swishhh. Aire. La pelotita sigue en el mismo lugar. Impertérrita.


Cuarto a décimo tiro: swishhhh. No logro pegarle a la pelotita. La frustración aumenta.


Para ahorrarle tiempo, los siguientes 10 a 15 tiros transcurrieron entre 'piffs' y 'swishhhs'. Hasta que, de repente...







La vista al frente, hacia el horizonte, donde se vislumbra el fin, la meta, la realización del deseo. Un hombre que ya no es más un hombre sino una pieza estética; una mezcla de potencia y gracia; de soltura y cálculo milimétrico; todo en movimiento; todo fluyendo hacia la consecusión de la perfección.


¿Cómo dice? ¿cuantas yardas? ¿es eso importante? Vea la plasticidad; observe a las leyes de la física juguetear alegremente; escrute a la naturaleza que parece usarme aquí para mostrar sus posibilidades; deleitese con las contorsiones de ese rígido palo número 9 que aquí parece plastilina en las manos de un artesano del golf. ¿Qué dirían los antigüos escoceses si pudiesen acceder a esta impresionante imagen? ¿qué palabras podrían expresar sus sentimientos frente a este punto que parece concentrar la trayectoria de aquello a lo que dieron comienzo? Me atrevo a pensar que dirían algo así como...








"¡¡¡SWISHHHHHHHH!!!"





Muchachos, el martes vuelvo al fútbol. Que lo parió.




* Aunque hablo de las pelotas que están dentro del canasto, hubo un momento en que pegarle al canasto contenedor no estaba fuera de las probabilidades.


** sé que no se trata de un elemento golfístico sino de una pelota de quiddich (juego de Harry Potter) pero bueno, no puedo acordarme de todos los nombres.






viernes, 29 de abril de 2011

En la cima de la estupidez... y subiendo (o sobre la involución del hombre)



Francisco María Arruet fue uno de los grandes impulsores de la Ilustración, movimiento cuya repercusión e influencia se debe en realidad a una confusión inicial. Al parecer, la gente compraba los libros de los hombres de este movimiento convencidos de que tenían dibujitos. Una vez comprados, se encontraban con densos libros que no contenían absolutamente ninguna ilustración. Sólo para no quedar como un estúpido que había sido engañado, la mayoría terminaba aceptando las ideas contenidas. Algunos identifican este momento con el nacimiento del marketing, pero ese es otro tema. La cosa es que, si bien en teoría se aceptaban sus ideas, en la práctica un sentimiento de rencor se iba adueñando de sus contemporáneos, al punto que los sobrenombres más comunes de Arruet eran "el vendehumo de Ferney" o "el garca que en realidad no sabe dibujar". Sin embargo, la habilidad de este hombre (que no descartamos venga de su experiencia en marketing) hizo que la posteridad lo conociese por otro de sus apodos: Voltaire.


Voltaire sostenía que la razón humana, mediante la ciencia y la técnica, va llevándonos hacia un futuro mejor. La historia golpeó a Voltaire en la cara. Yo, hoy, me propongo patearlo en el suelo. Y lo haré afirmando una teoría tan audaz como impopular: que el hombre es cada vez más estúpido.


Creo que era Scott Adams el que hablaba de algo así como una "línea de la imbecilidad". Una línea que divide al hombre competente que puede desempeñarse correctamente frente al mundo del -cómo decirlo- "intelectualmente desafortunado" para quién la vida es demasiado y lo desborda. Afirmo sin temor que, a medida que pasa el tiempo, es cada vez más la gente que queda bajo esta línea. Por ejemplo, cada versión nueva de Windows debe arrojar entre 850.000/900.000 personas bajo ella. Gente que antes se manejaba con aplomo y confianza ahora es presa del temor y la confusión mientras intenta lograr cambiar el tipo de letra o subrayar una palabra. En ese momento de desesperación, no puede pensar sino que con el Windows anterior era mejor. Desandando el camino, concluimos que nunca hubo nada más perfecto que el Windows 3.1. Se da cuenta de que no cierra ¿no? ¿Y qué pasó en el medio? Estupidez. Pura y dura.


¿No me cree? Me está obligando a descender al terreno de lo concreto. Después no se queje si le duele.


a) Nuestros representantes


Desde el mundo griego surgieron formas políticas desarrolladas. Más allá de los diferentes avatares históricos, lo cierto es que siempre juzgaron que los mejores hombres debían conducir los asuntos públicos para bien de todos. En la democracia de masas que describe Weber, son hombres políticos de una condición especial los que dirigen a técnicos preparados para conducir la sociedad. Y después tenemos Argentina, donde la fama es la condición de posibilidad para cualquier cosa y donde entendemos que si alguien hace suficientes cagadas, en algún momento tendrán que repercutir positivamente.


Imaginemos por un momento un coloquio transhistórico donde un Aristóteles interrogue: "¿Quiénes son los prohombres que dirigen vuestra civilización y cuáles sus méritos?". Escarbando en la arena política, nos vemos obligados a presentarle a la Tigresa Acuña, Miguel Del Sel y Pocho la Pantera. "Bueno, ejem, se trata de una mujer que se caga a trompadas; de un hombre que se disfraza de mujer o de muñeco y de un muñeco cuyas canciones hacen que las mujeres lo quieran cagar a trompadas". ¿Qué pasó en el medio? El que avisa no es traidor.


b) Nuestro lenguaje


No caeremos en el facilismo de recurrir a los simiescos monosílabos utilizados por gran parte de la juventud como todo lenguaje para probar este punto. No, no. Aquí los peores son los mayores, que han perdido absolutamente toda conexión con la realidad. Por ejemplo, llamamos 'videoclub' a un lugar que no tiene absolutamente ningún VHS, o 'pasacassettes' a un aparato que reproduce 2 o 3 formatos diferentes, pero que no pasa ningún cassette. Uno puede inventar una palabra para nombrar algo nuevo, pero no tiene sentido usar palabras que designan otras realidades. Es como querer confundir a propósito. Podríamos seguir, hablando por ejemplo sobre el flagrante oxímoron en el que cae quién pide una milanesa napolitana o sobre el estado de abandono al que se ha sometido la palabra 'ludibrio', pero no tendría sentido.


c) Los medios


La tendencia general cuando uno se ve acorralado por lo hechos, es delegar la culpa. "No soy estúpido, me han hecho estúpido" dice con cara de suficiencia quién acaba de ahorrarnos una ulterior búsqueda de pruebas. Con cara de falsa comprensión, metiendo ambas manos entre los muslos a modo de maestra jardinera y para tranquilizar su estúpida conciencia, le preguntamos: "¿Y quienes fueron?". "Los medios" sentencia sentenciosamente nuestro imbécil tipo (o tipo imbécil, según prefiera).


Lo peor es que uno está tentado en darle la razón. No sólo por la simple existencia de pasquines que nos obligan a replantearnos el beneficio de tener ojos, como ha mostrado un reciente estudio del Dr. Carugo, sino porque incluso en la tapa misma de un importante diario ayer se podía encontrar una ¿noticia? como esta: "¿Justin Timberlake se está quedando pelado?". Tomémonos un momento para reflexionar sobre esto.




(momento para reflexionar sobre eso)





(momento extra que necesita Pablo para recomponerse después de haber reflexionado sobre eso)




¡PERO QUÉ CARAJO ME IMPORTA! ¡Ni la vida capilar de Justin, ni la conveniencia de hacer un ADN al hijo intrauterino de Juanita Viale, ni que Romina Gaetani, a pesar de ser feliz, diga que necesita estar con un hom...! Caramba. ¿Romina Gaetani dijo eso? En fin, sé que usted bien podría decir "bah, que se publique no quiere decir que se lea masivamente". Mientras le recuerdo que la última vez que fue a cortarse el pelo se lanzó encima de la revista Pronto como si fuese un oasis en la mitad de Sahara (incluso estuvo tironeando con la anciana aquella, no diga que no) le pido que no sea estrecho de miras. ¿Quiere una muestra de cómo los medios ya se han percatado de la imbecilidad generalizada y ni se molestan en maquillarlo? Fíjese cómo hay 30 programas que son en realidad el mismo programa: las 'reality competencias'. Lo básico es competir para lograr algo que todos los que compiten quieren lograr; y para eso deben ser juzgados en diferentes etapas. Frente a cada presentación de un concursante, el juez malo dice: "es una cagada". Plano de la cara de sorpresa del concursante. Cambio a plano de entrevista personal donde el concursante da su parecer: "No esperaba que dijese que era una cagada". Y listo. La repetención de esa secuencia ad nauseam mantiene 4 o 5 canales. Si el contenido es salir con alguien, ser chef, modelo, músico o sujeto experimental de una lobotomía con cucharas de plástico no importa. Es lo mismo.


Para terminar, los iba a dejar con algunas muestras de estupidez cotidiana que me han sorprendido gratamente, básicamente porque me dan la razón. El problema es que no logro pasarlas del celular a la computadora, así que quedarán para una futura entrega.



Esto con las cámaras de rollo no pasaba.





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