miércoles, 20 de julio de 2011

Títeres del destino



Cumpleaños infantil. 17:12 hs.



Una miríada de niños observa una tabla de madera más ancha que alta que se yergue delante de ellos. En el centro de esta madera más ancha que alta se recorta un cuadrado que nos deja ver el pedazo de tela roído que se usa como todo telón de fondo. De repente, desde el extremo izquierdo, aparece el payaso Manolete, quién camina meciéndose hasta el centro del cuadrado que se recorta sobre la tabla más ancha que alta. Manolete se da vuelta hacia el público y exclama:



Payaso Manolete: - ¡Hola, Chicos!


Chicos: -¡¡¡¡HOOLAAAAAAAAAAAA!!!!!


Payaso Manolete: - ¿Cómo están?


Chicos: -¡¡¡¡BIEEEEEEEEEEEEEEEENNNNN!!!!!


Payaso Manolete: - ¡Qué bueno! ¿Saben? Se me perdió mi conejo Pompón. ¿Me ayudan a encontrarlo?


Chicos: -¡¡¡¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete: - Gracias. No entiendo por qué tienen que gritar, pero gracias igual. Si lo ven, avísenme.



(En el margen superior derecho se asoma Pompón)



Chicos (señalándolo): ¡AHÍ!¡AHÍ!


Payaso Manolete (desorientado): - ¿Dónde? ¿dónde?


Chicos: -¡¡¡¡AHÍIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete (mirando hacia el otro lado): - ¿Dónde?


Ernestito (sacado): -¡¡¡¡AHÍIIIIIIIIIIIIIIIIII PELOTUDOOOOOOOOO!!!!!


Payaso Manolete: - Bueno, bueno, flaquito. Aflojale al azúcar ¿eh?



(Pompón, evidentemente, ya no estaba más. En ese momento hace su aparición la Princesa Jacinta)



Princesa Jacinta: - ¡Payaso Manolete! ¿Qué buscáis por estos lares?


Payaso Manolete (todavía mirando al niño de reojo): - Se me ha perdido mi conejito Pompón.


Princesa Jacinta: - ¡Oh, qué desgracia! Pero si los niños nos ayudan...


Payaso Manolete: - Dejá, ya les dije...


Princesa Jacinta: - ...lo encontraremos, sin duda. ¿Nos ayudáis, niños?


Chicos: -¡¡¡¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete: - ¡No los hagas gritar, por favor te lo pido! (A los niños) El payaso Manolete estuvo tomando unos... jugos anoche y hoy le duele un poco la cabeza.



(En eso, en el margen inferior izquierdo aparece Pompón)



Chicos (señalándolo): ¡AHÍ!¡AHÍ!

PJ y PM (moviéndose convulsivamente): - ¿Dónde? ¿dónde?

Chicos: -¡¡¡¡AHÍIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!


Payaso Manolete: - No lo veo.


Ignacito: - Maestro, 20 chiquitos de 6 años lo ven y vos no. ¿Me estás cargando? Sos un tarado. No servís para nada.


Payaso Manolete: - Preguntale a tu vieja si no sirvo para nada. (Mirada admonitoria de la Princesa Jacinta) ¡Porque animo cumpleaños y ella me paga, digo!


Niño: - ¿Y no es medio frustrante repetir la misma rutina una y otra vez?


Pompón (que aparece acodado en el margen inferior derecho): - ¿Sabés qué pasa, pibe? La calle está dura. Y con esto mal que mal te la rebuscás. Yo, así como me ves, era una de las promesas del circuito under.


Pedrito: - ¿Qué es el circuito under?


Payaso Manolete: - El circuito under es un lugar donde Pompón fracasó miserablemente, pero en el que todos son tan cool que ni abuchean, así que Pompón piensa que era un ídolo.


Matiit...el pequeño Matías: - ¿Qué significa cool?


Pompón: - Es lo que no es Manolete, que sangra por la herida porque la única vez que se subió a un escenario fue de tramoyista a poner una silla y ni eso hizo bien.


Ermenigildito: - Pero eso no es una definición sino un ejemplo. Y negativo, con lo cual incumple por lo menos dos reglas de la definición.


Pompón: - Vos vas a morir virgen, pendejo.


Princesa Jacinta: - ¡Pompón! ¿No os parece que habéis ido un poco lejos?


Pompón: - ¿Y a vosotros no os parece que podéis iros a la puta que os parió? Porque yo no os digo nada cuando le metéis los cuernos a Manolete con el Príncipe Braulio.


Manolete: - ¡¿QUÉ?! ¡¿con Braulio?! ¡No os lo pued...no puedo creerlo! ¡Atorranta!


Pedrito: - ¿Qué pasa?


Pompón: - Es que Manolete acaba de enterarse que la Princesa Jacinta es más fácil que la tabla del uno.


Juancito: - El año que viene vamos a aprender las tablas. Ahora aprendimos a sumar y a restar.


Pompón: - No te preocupes que vos restás, querido, vos restás.


Princesa Jacinta: - Pompón, sos poco conejo ¿cómo vas a decir que yo lo engañé con un hombre?


Pompón: - Me retracto. Manolete, no te engaño con un hombre. Te engañó con varios. ¿Así que saben sumar, chicos? A ver si me ayudan: estuvo Hernán el soldado, Lorenzo el bombero, el Batracio José...


Princesa Jacinta: - ¿Por qué me hacés esto?


Payaso Manolete: - ¿Vos querés que te rompa la cabeza?


Ermenelgildito: - ¿Al batracio José también lo contamos como "un hombre"?


El pequeño Matías: - ¿Qué significa 'batracio'?



(La situación se descontrola. El Payaso Manolete se arroja encima de Pompón; Ernestito se arroja encima de la Princesa Jacinta; alguien grita que los chisitos están mojados; otro que a Pedrito lo vino a buscar la mamá; se produce un saqueo de bolsitas; Manolete le arroja pedazos de torta a Pompón; Pompón dice que la situación es muy semejante a la obra "Sangre y balances contables" en la que participó en el famoso Galpón de los pájaros de concreto de Berazategui; Ermenegildito dice que fueron 2 hombres, o 3 si lo contamos al batracio José; Matías vuelve a preguntar qué significa 'batracio'; las chicas lloran; los chicos orinan las plantas -la planta alta y la planta baja-; las madres tratan de sacar a Ernestito de la Princesa Jacinta...)



Ignacito: - ¿Ves mamá? Te digo lo mismo que te dije después de la contusión del dinasaurio Barney del año pasado y la denuncia de las pichipinas del anterior, vos dejanos una PlayStation conectada y nosotros nos arreglamos.




Que lo disfruten con Fanta.






jueves, 7 de julio de 2011

La necesidad es la novia de todos los inventores



No es fácil la vida de un inventor. La universalidad de su espectro es interpretada por el vulgo como mera inespecificidad; la creatividad de sus empresas es reelaborada por los legos como la profesionalización tramposa de un hobbie; la novedad de sus aportes es vista por los estrechos de espíritu como la suma de una chuchería más al mundo de los objetos materiales. Así, los inventores siempre encuentran dificultades para presentarse en una reunión social, llenar una tarjeta de migraciones o convencer al padre de una novia o a un inspector de la AFIP.


Pero la ingratitud no queda ahí. De tanto en tanto son obligados a escuchar una frase hiriente, humillante, horrible e hinexact...inexacta, pronunciada con una medida de malicia, tres cuartas partes de mala leche y sazonada con una pizca de ignorancia: "Está todo inventado".


Por eso, hoy queremos reivindicar la figura de los inventores a través de la semblanza de un prohombre que se contó entre ese grupo (aun cuando el resto le pedía explícitamente que no lo hiciera): Enrique Bomparola.


"Doctor Enrique Bomparola" se apresura en corregir William Martinez, quién fuese su ayudante durante largos años. "Efectivamente" nos apuramos nosotros en replicar, sólo para no aceptar una derrota biográfica tan temprana. "Lo que no recordábamos era la especialidad. ¿Química? ¿física?". "En realidad, derecho societario. Pero nunca ejerció efectivamente". "¿O sea que de hecho no participó en juicios?". "No, no. Participó en cerca de 180, pero nunca con efectividad".


¿Qué podemos decir de este hombre elegido? Tantas credenciales, tantos documentos, tantos papeles de investigación... quizás sólo que el tamaño de su billetera debe haber sido monstruoso. Los logros de este insigne animal racional son sin duda singulares. Nunca logró que se produjese más de una unidad de un invento suyo. Pero si hay algo que todos reconocieron es que su trabajo significó un vuelco en la historia de la ciencia. Es más, era común encontrar entre la comunidad científica a un científico (sí, es muy común encontrarlos en la comunidad científica ¿no le digo?) preguntarle a otro por los avances de los estudios y encontrar una respuesta unánime "Ese muchacho volcó".


Pero vamos al contenido de sus trabajos. Mientras algunos de sus inventos fueron injustamente relegados al olvido; otros todavía hoy son injustamente recordados constantemente. Tal es el caso del avión con propulsión a mentos con Coca-Cola. ¿Qué nos puede contar al respecto, Martinez?


"El proyecto del Ycaro II era maravilloso: un avión cuya energía venía de una fuente evidentemente alternativa. El diseño aeronáutico sólo era comparable a las ventajas comerciales. La única falla fue quizás que el Capitán debía haber sido un diabético en vez de un goloso empedernido. Es una lástima que se hayan dado cuenta de eso recién en la mitad del Atlántico".


¡Caramba! Convengamos que ponerle el nombre 'Ícaro' a un avión no resulta prometedor.


"No entiendo".


Pues porque se trata del hombre que logró levantar vuelo con unas alas de cera que, por volar demasiado cerca del sol, se derritieron ocasionándole la caída. Y la muerte presumiblemente.


"Pues no. El nombre se debe a que, en la presentación del modelo a los inversionistas, frente a la pregunta de qué les parecía, lo único que dijeron fue: "Y...caro". Por otro lado, se trata de algo completamente distinto a lo que usted expone. Porque la altura estaba bien, el material era otro y no murió una persona sino 230. No obstante, reconozco que hubo algunos defectos en la fase de realización. Cuando testeábamos el modelo y yo le decía 'se cortó el chorro' él entendía que habíamos perdido la financiación. Por eso al final el viaje inaugural se hizo con Cunnington Cola".


Bien, bien. Quizás quiera recordar pasajes más felices de la obra del maestro Bomparola.


"Doctor Bomparola" se apresura en corregir William Martinez, quién fuese su ayudante durante largos años.


Sí, sí, Doctor Bomparola. Decía, quizás sea más agradable recordar aquella joya con la que ganó el Premio "Lástima que tu invento no valga tanto como el mío" que le otorgó la Fundación Bill Gates.


"¡Ah, sí! El mundialmente potente disolvente de todo ente (o 'Disolvetutti', como iba a llamarse comercialmente) Se trataba de un líquido que disolvía absolutamente cualquier material. Lástima que no logramos inventar un envase para contenerlo. Hubiese sido un éxito".


Lamentablemente, sabemos que no se trató de su única decepción comercial. Usted debe tener presente su incursión en el terreno musical.


"Sí, sí. Lo recuerdo. La idea no era mala. En pleno auge de los discos de Bossa con algo, él rompió el molde. esa era su característica en la vida en general y en la cocina en particular: romper los moldes. No un trillado 'Bossa n' Beatles' o 'Bossa n' Rolling Stones' sino un revolucionario 'Bossa n' Joao Gilberto'. Fue un giro".


Sí, un giro de 360°. Todavía debe encontrarse alguna copia en las disquerías. Bah, en realidad todavía deben encontrarse todas las copias en las disquerías.


"No sea injusto, recuerde que Bomparol...que el Doctor Bomparola (me apresuro en corregir) hizo patria".


Es cierto, fue un impulsor de la industria nacional...


"No, no. Hizo P.A.T.R.I.A. El Potente Adecuador de Tonos en Red Inalámbrica mediante Antena. Un dispositivo notable".


Sí, lástima su también notable semejanza con el teléfono celular.


"Se trata simplemente de coincidencias accidentales. ¿Olvida usted que Leibniz y Newton descubrieron el cálculo infinitesimal simultaneamente sin saber el uno del otro?".


Sí, pero en este caso Leibniz tenía el manual de un New-tone XRL635 en su casa...


"Es parte del proceso creativo. Uno a veces toma objetos como fuente de inspiración para otros objetos. Como cuando quiso hacer una versión del alargador de mano pero para objetos que estuviesen cerca. Le aseguro que ese aparato se amoldaba perfectamente a la mano y permitía tomar objetos que estuviesen cerca sin ningún problema. Es cierto, le criticaron que funcional y estéticamente era igual a lo que conocemos como un 'guante', pero el proceso creativo había sido enteramente otro".


Una última pregunta y ya lo dejo quitarse las comillas y la itálica. ¿Qué nos puede contar de ese fatídico último experimento?


"Bueno, usted sabe que todas estas cosas fueron minando su autoestima, a tal punto que trató de suicidarse con un dispositivo de propia factura. Lamentablemente para sus planes, el aparato no funcionó.


Por otro lado, encontró una fuente alternativa para la producción de pochoclo".






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