jueves, 29 de octubre de 2009

Un talento para el fracaso


Algo sospeché. aunque para ser totalmente sincero al principio pensé que se había equivocado. Una simple confusión. Incluso le dí las gracias. Ahora me cierra más su cara de sorpresa.

"Tenés la facha de Jean Paul Sartre y la inteligencia de Matthew McConaughey" me dijo. Y yo le sonreí como un budista. Pero ella - que siempre hizo de la claridad una virtud- insistió con señales menos ambiguas. La carta documento me llevó a preguntarme si algo andaría mal. Pero lo que terminó por convencerme fue el inequívoco hecho de que se fuera con Darío "cara de Totem" Ferronato. Darío no sólo era la persona menos interesante que he conocido, sino que además es violentamente feo. Un atentado contra la estética de 1, 55 mts. Justo con él, que en la federación de box le decían "el Feo". Eso es toda una declaración.

El lector me reprochará mi superficialidad pero ¿quién puede ser sutil con una persona a la que Horacio Guaraní apodó "el cabezón" mientras -señalándolo- se burlaba de él? "Algo le habrá visto" dirán, concediéndole el beneficio de la duda. Ustedes no conocen a Cara de Totem como yo. 3 años trabajamos en aquella garita de vigilancia. Yo fui el que escuché día tras día las aventuras de su abuela renga en el supermercado del barrio. Yo el que sonreí frente a los relatos de sus triunfos en diversos juegos de rol frente a adversarios de 14 años. Yo el que soporté la evolución de su historia de amor con una mujer que no parecía estar enterada de ella y que -luego me enteraría- vivía de vender su cuerpo. No, no, no por partes. En bloque. Más que venderlo podríamos decir que lo alquilaba. Pero Darío, sumido en un mundo que no es el nuestro, nunca lo supo. Y ahora ese infeliz tiene novia. Mi novia.

"Esta mina no te va a hacer tocar fondo" me advertí. Y fui fiel a mí mismo, porque a partir de ese momento empecé a derrapar cuesta abajo.

"Como bocina de avión", "como cenicero de moto", "como diccionario en un fotolog". Mi jefe dedicó varios minutos a buscar analogías sobre mi desempeño y aporte laboral. Cuando sintió satisfechas sus ansias literarias, me mostró cuál era la puerta de salida. Después le mostró a la gente de seguridad cuál era yo y ellos solitos unieron las piezas.

Si hay algo que me han enseñado las películas, es que en esos malos momentos uno tiene que ir a la barra de un bar. No importaba que fuesen las cuatro de la tarde. Siempre, cuando uno está cabizbajo mirando el vaso de whisky, entra alguien importante para la historia, algo pasa. Y algo pasó.

"¡Quiñones!" escuché. "¡Ernesto Quiñones! ¡no lo puedo creer!". Era un antiguo compañero de la secundaria. Se sentó a mi lado y me contó que ahora era un próspero empresario del negocio de la computación. Yo sabía que algo iba a pasar. Justo encontrármelo después de que me rajaron del laburo no podía ser casual.

"Esperame un segundo" me dijo, con un entusiasmo que le salía por los poros. La verdad es que estaba sorprendido. Cómo uno puede marcar a las personas. Según recordaba, yo lo había tratado bastante mal cuando eramos compañeros. Y se ve que él también lo recordaba, porque cuando entró de nuevo estaba acompañado de dos hombres con anteojos negros que hubiesen intimidado a un gorila adulto.

Lo que siguió fue una escena de esas que en las películas se tapan enfocando las sombras, sólo las caras de los agresores o el lugar de la golpiza desde afuera.

Cuando desperté en la cama del hospital, mientras me tocaba las múltiples heridas en la cara, pensé nuevamente: cómo uno puede marcar a las personas. Un médico me dio el parte de la situación.

"¿Cómo estoy?" pregunte angustiado. El Doctor, con un tono sereno, me respondió: "al principio nos preocupamos por una posible mala praxis, pero después nos tranquilizamos". "¿Porque no fue nada?". "No, porque usted no está cubierto por la obra social, así que técnicamente no es responsabilidad nuestra. Estábamos esperando que despierte para trasladarlo a la enfermería de una escuela primaria que está acá a tres cuadras. Cuando llegue pregunte por Mary. Ella le pondrá un banquito por ahí. En lo posible trate de no levantar los brazos y respirar al mismo tiempo. Ah, y no cruce las piernas".

Ya recuperado, quise reconstruir mi vida. Era septiembre de 2008 y yo no podía seguir así. Me puse a hacer cuentas en medio de la calle para ver cuanto era lo que necesitaba para cambiar la situación. Un hombre de traje con pinta de importante me vio, tomó el papelito en el que estaba escribiendo y le dijo a otro hombre de traje que estaba a sus espaldas: "Esto es lo que necesitamos. Sangre nueva". No sé si lo decía asombrado por mis cálculos o por la herida en mi hombro que no terminaba de cicatrizar.

Ahí nomás me propuso un puesto alto en una gran compañía: Lehman Brothers.

Después de la quiebra yo fui acusado de no sé que cosa y es por eso que escribo estas palabras desde la cárcel. La verdad es que aquí no se está tan mal. Para ser sinceros aquí me siento bastante protegido... de mi mismo. El otro día me vino a visitar Cara de Totem y nos jugamos unas manos de un juego de rol. ¿Qué más se puede pedir?


lunes, 26 de octubre de 2009

Haga historia


Cuando pensamos en los grandes movimientos históricos nos hacemos la idea de oscuras fuerzas destinales que rigen el devenir casi con necesidad, dejando de lado el componente humano de la historia. Nos olvidamos que son personas concretas en momentos concretos que hacen cosas concretas que terminan afectando la historia de una forma concreta. Es verdad, parecen gotas que se pierden en la inmensidad del océano, pero la materia de ese océano no es algo distinto que esas personas a las que hacíamos referencia.

¿Qué hubiese pasado si Gavrilo Princip no hubiese asesinado a Francisco Fernando? ¿qué sería de Francia si Napoleón hubiese tenido una mejor digestión? ¿o de Inglaterra si Enrique VIII hubiese sido un poco más templado?

Ahora bien, hasta aquí todavía podríamos pensar que la historia cuenta sólo "la gesta de los reyes", pero hay estudios históricos en la línea de una corriente que podríamos llamar "microhistoria" que revalorizan el papel de un Juan de los Palotes que simplemente vivió en tal época y no hacía más que jugar al fútbol los jueves y coleccionar estampillas.

¿Y a cuento de qué viene todo esto? Hay que devolverle el peso histórico a los individuos comunes y silvestres. Ahora bien, usted es un individuo común y silvestre. Yo le voy a devolver su peso histórico. Le voy a permitir colaborar en un pequeño giro de la historia contemporánea para que después le cuente a sus nietos. Hoy, le doy la oportunidad de dejar su voto (único, concreto) en favor de Bugman en el concurso de bitácoras.com

"¿Eso?" me dirá con un poco de decepción. Sí, empecemos con eso, después vemos como le va con la participación en revueltas políticas, descubrimientos fenomenales y cosas del estilo. Para que vea el impacto histórico que puede tener, haremos un poco de proyección histórica: usted vota a Bugman en las categorías "Mejor blog de humor" y "mejor blog personal". Bugman clasifica para la selección final del premio. Los jurados -incapaces de dejarlo con las manos vacías por segunda vez- le dan el premio. Bugman gana notoriedad. Gente de todo el mundo entra a su blog. También al que comparte con otros muchachos de los que algún historiador sagaz sabrá que soy parte. Se convierte en un boom (quiero decir que se hace muy popular, no que se inmole como hombre bomba) Men in blog logra alcanzar su fin de lucro. Dejo mi laburo para dedicarme al blog. Usted empieza a leer artículos un poco más elaborados. Los disfruta. Es un poco más feliz.

Pero puede pasar que su reacción sea: "Ya he leído muchas invitaciones a votarlo en estos días. Me cansé". En ese caso, hagamos otro poco de proyección histórica: resoplando y de mal humor por una nueva invitación a votar a Bugman en las categorías "Mejor blog de humor" y "mejor blog personal" golpea el monitor. Este cae sobre su café, que se vuelca sobre el teclado. El teclado empieza a echar chispas. En pocos segundos su casa está en llamas (no sé si fue por las chispas, la cosa es que su casa está en llamas) Usted logra escapar de milagro, pero se queda sin casa. Desde un cibercafé se entera que Bugman no clasificó. Bugman se deprime. Lleno de rencor, logra convencer al resto de los Men in Blog de que un suicidio masivo simulando ser parte de una nueva secta es una publicidad fantástica. La publicidad es ignorada y Men in Blog se queda sin redactores. El resto de los bloggers dejan de escribir por miedo a terminar como Bugman. Usted ahora no tiene casa ni blogs que leer desde el cibercafé. Es un poco menos feliz.

Pienselo. Yo sólo dejo esto acá.


Piense en sus nietos.


viernes, 23 de octubre de 2009

Un post igual a ningún otro


París. 1789.

Revolucionario 1: - Bueno, muchachos. Si queremos que la cosa prospere vamos a tener que inventar un slogan con punch. Algo pegadizo.

Revolucionario 2: - "Nosotros somos buenos, ustedes son los malos. Tómense el buque porque si no los colgamos".

Revolucionario 1: - No, no. Tiene que ser algo inclusivo. Algo que se pueda repetir.

Revolucionario 3: - ¿Algo tipo "I want YOU for the french revolution"?

Revolucionario 1: - Algo más universal.

Revolucionario 2: - "Muy lindo todo".

Revolucionario 1: - Algo más particular.

Revolucionario 2: - ¡Ya sé! ¡ya sé! "Libertad y fraternidad".

Revolucionario 1: - Me gusta, me gusta. Pero sumaría alguna más. "Libertad y fraternidad" parece el nombre de un club de barrio.

Revolucionario 2: - Libertad, fraternidad y... ¿buena onda?

Revolucionario 4: - ¿y baguettes?

Revolucionario 5: - Muchachos. Vamos a ir a tomar la bastilla ¿se prenden?

Revolucionario 1: - Ahí vamos. Dale, dale que nos dejan. Poné cualquier cosa. Es igual.

Revolucionario 2: Libertad...fraternidad....y....ponemos....igualdad entonces. Listo. Sale con papas francesas.


Si bien entendemos la corrección política como una extraña mezcla entre la consideración y la hipocresía, lo cierto es que nosotros mismos muchas veces caemos en lugares comunes de tal tipo. Uno de ellos es afirmar casi como un reflejo cosas que después solemos denostar cuando se trata de casos específicos. Ciertos valores vagos se evaporan frente a las prácticas concretas, desenmascarando valores más profundos que subyacen como la tierra que está abajo de la arena. No digo que esto siempre sea negativo, el tema es que hay que reconocerlo. Y para eso estoy yo. Para que usted reconozca la tierra. Es metafórico, ya sé que usted reconoce la tierra. Hablo de los valores que están como la tierra bajo la arena. Sí, ya sé que puede reconocer la arena. Se trata... deje, en vez de sobre la tierra voy a hablar sobre valores. Sí, porque soy así de cambiante.

¿Que queremos decir cuando decimos, por ejemplo, que todos son iguales? Porque acordará conmigo que en principio afirmamos la igualdad como verdad indudable y necesaria. ¿Está de acuerdo? ¡Hipócrita! Voy a refrescarle algunas frases con las que se podrá identificar fácilmente:

- "Los hombres son todos iguales".

- "Los chinos son todos iguales".

- "Los Baldwin son todos iguales".

- "Los que usan anteojos son todos iguales".

- "Los delantales son todos iguales".

- "Los triángulos equilateros son todos iguales".

- "Los chinos con anteojos que usan delantales son todos iguales".

¡Ahá! Así lo quería ver. Cuando dice que son todos iguales apunta a una peyorativa indistinción que tapa las riquísimas diferencias entre los individuos concretos. Pues bien, no transaré con su hegelianismo de pacotilla. Resulta que no son todos iguales. Y es por eso que junto con los científico Hu Wan y Yin Meng hemos buscado a un nombre que no tenga nada en común con ningún otro hombre.

- Yin, por favor da los resultados de la investigación.

- Yo soy Hu.

- Bueno, es que son t...es que yo suelo confundir los nombres.

Yin...digo, Hu: - Buenas tardes, amables lectores. Luego de una exhaustiva búsqueda a través del mundo hemos dado con un hombre que no tiene nada en común con el resto de los hombres. Nacido en un avión sin bandera, es completamente apátrida. Si bien sus facciones son orientales, sus rulos dejan ver que es completamente rubio. No les podría decir su nombre porque no lo tiene. Y lo más llamativo de todo es que afirma ser hincha de Platense. No hemos registrado otra persona en el mundo que junte todas estas características.

El otro oriental apátrida rubio enrulado sin nombre es hincha de Villa Dálmine.

martes, 20 de octubre de 2009

Apología del apodo


Cada uno es único e irrepetible. Bárbaro. Pero la vida gregaria en la que nos desenvolvemos nos obliga a recordárnoslo unos a otros para no caer en la inercia de la masividad. Un primer signo de esta unicidad es el propio nombre. El nombre concentra legados, expectativas y sentimientos al momento de recibirlo y vivencias e historias que lo van diferenciando al momento de portarlo. Un nombre que sonoramente nos gusta puede ser desechado porque nos recuerda al imbécil del kiosko de la esquina. Un nombre indudablemente anacrónico puede tener cabida simplemente porque nos recuerda a una persona querida (que le pregunten al pequeño Gumersindo Brunetti si no es así) Un nombre que alguna vez no significó nada para nosotros es ahora un sonido familiar y reconfortante.

Pero esto es sólo un primer intento de diferenciación. Esas asociaciones muchas veces llevan a las repeticiones de nombres y apellidos a través de sucesivas generaciones. Por ejemplo, esto puede parecer sorpresivo pero el Bartolomé Mitre que escribe las editoriales de La Nación y el que fundó ese diario no son la misma persona. No, yo digo nomás, por si hay alguno un poco más desatento. La cosa es que aquí se abre la puerta para que haga su aparición el apodo. Se trata de dar un toque personal al propio nombre.

Los primeros escarceos históricos en algunos casos llegaron a ser tan fuertes que lo que se perdió fue el nombre original. ¿Sabía usted que Platón no se llamaba Platón sino Aristocles y que le decían así por sus homóplatos grandes? ¿sabía que San Francisco de Asís no se llamaba Francisco sino Juan? Ahora, en esos casos el apodo no cumple su función agregatoria sino que viene a ser lisa y llanamente un reemplazo.

Por eso se abrió otra línea en el que el apodo se vendría a yuxtaponer con el nombre para no generar confusiones. Así hablamos de Felipe el Hermoso; Juana la loca; Alfonso X, el Sabio (doble diferencial: numérico y adjetivo); Atila 'el azote de Dios'; San Alberto Magno, Tarquino el Soberbio; Napoleón el sopeti; Hermógenes el borracho, Isabel la que está más loca que Juana y otros del estilo. No todos han llegado hasta nuestro días.

Lo que ha llegado hasta nuestros días es una mezcla de ambos. Sobrenombres descriptivos que a veces pasan a ocupar el lugar del nombre: el negro, el gordo, el turco, el enano, el narigón, el boludo este, etc... Lo malo de esto es que nuevamente se puede caer en repeticiones: conozco 3 negros Gomez; 2 J.J. Lopez y 37 gordos Gonzalez.

Cuando el sobrenombre está demasiado impuesto, heredamos el problema de muchas veces no saber cómo se llama la persona. En esos casos tendríamos que hacer como los brasileros, quienes ahorran valiosos minutos de presentación pasando directamente al apodo. No Edson Arantes do Nacimento (me dormí antes de llegar al apellido) sino 'Pelé'; no Ricardo Izecson dos Santos Leite sino 'Kaká'; no Acelino Freitas sino 'Popó' (del cuál sus detractores dicen que es el mismo Kaká pero con distinto nombre) Y así podría seguir: Dinho, Tatá, Pipí, Cucú, Lelé. El tiempo que nosotros dedicamos a presentarnos ellos lo ganan jugando al futbol, yendo a la playa o aprendiendo a hablar en portugués. Así nos va.

Muchas veces los apodos vienen de deformaciones infantiles del nombre original. Es necesario aclarar que un Titina, Babu o similarse son aceptables. El caso de Abuabuabuagu Ferreira ejemplifica perfectamente lo que significa pasarse de la raya.

Ahora, el mundo de los blogs nos ha puesto frente a una nueva situación ¿qué apodo* se pondría si pudiese ponerse un apodo a sí mismo? Veo -no sin cierta envidia- la plétora de nombres originales, biensonantes y... originales que abundan en la blogósfera y veo también que yo lo único que ofrezco áridamente son mi nombre y apellido. Nombre y apellido que además comparto con otras personas, como por ejemplo el bajista de la oreja de Van Gogh (sobre lo que ya nos hemos pronunciado anteriormente)

Es por eso que decidí abrir una licitación de apodos. Para que capten la línea, dejo algunas propuestas:

- El Iluminado Benegas
- Benegas el Magnífico
- Pablo, el Capo de la "C"
- Pablo el enviado de las musas
- El talentoso Mr. Benegas
- Pablo el Humilde

Como no queremos ser superficiales, les pido que traten de no recurrir a 'el Sexy', 'el buenmozo', 'el musculoso' y otros del estilo a menos que no lo puedan evitar. Curiosamente, la gente que me conoce lo logra evitar con bastante éxito. También pueden formular aquél apodo (ATP) que les hubiese gustado tener.

Teté Quiroz así lo hubiera querido.

* Cuento aquí a los pseudónimos como apodos. No me importa que le parezca que no son lo mismo. Acá las reglas se ponen mientras se va jugando. Bah, las pongo yo. Mire que si no me llevo la pelota.


viernes, 16 de octubre de 2009

Post it


Se llama serendipia a esos descubrimientos que se dan azarosamente. Es decir, uno se olvida la leche en el jarrito y descubre el dulce de leche; se pudre de la protestas de un cliente molesto y descubre las papas fritas; tira la basura en la puerta del vecino y descubre que es guardaespaldas de un guardaespaldas. Pues bien, así se descubrieron los post it. Esos papelitos generalmente amarrillos en los que se hacen anotaciones y que se pueden pegar y despegar. En realidad se buscaba un adhesivo potente y se encontró uno que era simplemente muy resistente. Interesante ¿no?

Ah ¿no? Bueno, no se preocupe porque no vamos a hablar de los post it. El único motivo para que cite todo esto es para decir que publiqué un post. Y no fue acá (bah, técnicamente esto es un post, pero no hablo de este) O sea que todo esto es simplemente para decirle que si quiere puede darse una vuelta por Men in Blog y leer algo que no tenga que ver con los post its. Aunque en realidad este tampoco tiene que ver con los post it sino con un post que está publicado en Men in Blog. ¿Porque ya dije que esto era para eso ¿no? Bueno, eso.

Si ya lo sabía o si ya pasó por allá entonces no es necesario que lea esto. Bueno, pero yo no lo podía saber. ¿Sabe lo que es una serendipia?

Que lo disfruten con salú (no este, el otro post)

martes, 13 de octubre de 2009

Una pueril ilegalidad


Honorable Cámara de Diputados de la Nación. 16:21 hs.

Cornejo: - El siguiente punto será tratar un proyecto de ley del Diputado Gironte sobre "regulación de actividades infantiles ilícitas". ¿Digo bien, Doctor Gironte?

Gironte: - Dice bien, Excelentísimo. Estimados compañeros, día tras día nos congregamos en este benemérito recinto para resolver los problemas de los diput... de los argentinos, quiero decir. Pero veo no sin cierta angustia, que cada nueva regulación, cada proyecto de ley, cada propuesta no es más que un parche para tapar los agujeros que hemos dejado. Legislamos sobre los frutos pero no sobre la raíz. Es por eso que presento este proyecto, confiando en que...

Gavilán: - Gironte, no están televisando la sesión, y yo vengo volviendo del almuerzo ¿puede ir al grano, por favor? Hagame la caridad.

Gironte: - Qué poco amor a la retórica, Gavilán. En fin, mi proyecto consta de 3 puntos básicos, que expondré a continuación.

Punto 1: sancionar con penas de 2 a 5 años de prisión a aquellos niños que en la fila accedan a realizar la maniobra "¿me dejás y te dejo?". El solicitante, por su parte, será directamente apedreado en el patio de recreo más cercano. En el caso de que la institución no tuviese patio de recreo, el ajusticiamiento podrá realizarse en el comedor o, en su defecto, cualquier aula grande que permita que los proyectiles tomen impulso.

Herrera: - Interesante pero ¿no considera que las penas son un tanto excesivas?

Gironte: - Me parece que usted no entiende en qué consiste la maniobra. Por si acaso la explicaré: luego de que se forma una fila, un individuo que ha quedado en una posición desventajosa se adelanta hasta los primeros lugares y le propone al dueño del lugar que, en un aparente acto de buena fe, le ceda el lugar que está adelante suyo. En un hipócrita agradecimiento, él le devolvería el favor haciendo lo propio. Así, el dueño del lugar mantiene su puesto inicial, mientras que el proponiente adelanta muchísimos lugares cagándose en...

Cornejo: - ¡Gironte! ¡la retórica!

Gironte: - ...abonando así desde arriba de un puente a sus compañeros. Es en ese preciso momento de la vida en el cual se transmite que a los primeros lugares se llega por arreglos espúreos, y no por mérito.


(Murmullos desaprobatorios. "¡Qué barbaridad!" se escucha desde el fondo. También se oyen un par de toses incómodas)


Pavone: - Creo conveniente entonces que en el proyecto aclare que la locación a la que se accede en la fila es indelegable y no da lugar a ningún tipo de arreglo con terceros.

Herrera: - ¿Se puede pedir que te cuiden el lugar si tenés que ir al baño?

Pavone: - Bueno, sí. Pero en tal caso no entraría bajo la figura de "arreglo con terceros" sino en el reconocimiento de la posesión de la locación.

Herrera: - ¿Y cuando vence la propiedad de la locación?

Gironte: - Eso depende de si estamos hablando de una Institución de escolaridad simple o doble. En un caso sería al finalizar el día y en el otro en el bloque siguiente (tarde del mismo día o mañana del día siguiente) Una comisión estudiará qué pasaría en el caso de que una institución de escolaridad simple realizara una kermesse durante la tarde.

Bonelli: - La única modificación que desde nuestro bloque creemos necesaria introducir es que usted parece estar hablando de una hilera, y no de un fila. Pereyra recuerda haber escuchado esa distinción de su maestra de 3er grado, la señorita Damiani.

Martinez: - En realidad, también se podría agregar el adjetivo "india". Sería una reivindicación para los pueblos originarios.

Pereyra: - dejeme chequearlo con la señorita Damiani.

Gironte: - Concedo. Pasemos entonces al segundo punto.

Punto 2: Desde el 1° de enero del 2010 deja de estar en vigencia el "pica para todos los compas" para todos los juegos de escondida que se realicen en el territorio nacional.

Quiroga: - ¡Es inadmisible!

Oberman: - ¡Respete la tradición!

Salvatierra: - ¡Comunista!

Cornejo: -¡Orden, señores! ¡orden! Dejen al diputado Gironte exponer sus razones.

Gironte: - Gracias, su Grosísima Excelsisidad. Es muy simple: una práctica tal no fomenta la responsabilidad personal. El nabo que fue y se escondió atrás de la maceta queda exhonerado por el mérito de otro, mientras que el que logró descubrir a 8 muchachos en una combinación de astucia, sagacidad, estrategia y rapidez de piernas ve caer su trabajo por el esfuerzo de uno sólo. El mensaje social es desastroso.

Quiroga: - ¿Qué hay de la solidaridad social?

Gironte: - Usted quiere legislar para ángeles, Quiroga. Todo lo que logrará es que el que cuenta no se aleje nunca de la base, no tome riesgos y el juego sea un embole para todos (con perdón de la retórica)

Cornejo: - Vaya al punto 3.

Gironte: - ¿Eh? ¡Ah, sí! El punto 3.

Punto 3: Desde el 1° de enero de 2010 se considerará "infinito punto rojo" como el máximo valor adjudicable. No se podrá retrucar a este valor anteponiendo ningún otro, con lo cuál se deberá reconocer la superioridad dialéctica de quién lo haya esgrimido.

("¡Ohhhh!")

Herrera: - ¿Cuál es el punto?

Gironte: - El punto 3. Cornejo lo acaba de decir.

Herrera: - No, no ¿a qué va con esto, Gironte?

Gironte: - Entiendo. La falta de parámetros hace que todos piensen que tienen la razón. Para vivir en sociedad necesitamos acordar hasta donde estará bien llegar y cuál es el punto que no podemos pasar. En este caso, el punto rojo.

Salvatierra: - ¡Yo dije que era un comunista!

Quiroga: - Su proyecto es infantil.

Gironte: - Justamente.

Fortunato: - ¡Que vuelva el "pica para todos los compas"! ¡que vuelva el "pica para todos los compas"!

Di Gregorio: - ¡Vamos las bandas!

Andrade: -Pelotudo.

Gironte: - ¿Quién, yo?

Andrade: -No, Di Gregorio. Bah, usted también.

Pereyra: - la señorita Damiani decía que no había que insultarse.

Gironte: - Doctor Cornejo: yo sabía que esto iba a terminar así. Esta gente que integra esta Cámara fue contaminada por esas mismas maniobras sobre las que pido hoy revisión. Quizás no sea esta la generación que logre el cambio. Pero quienes lo logren instrumentar recordarán este momento y dirán: "Cuando en el Congreso se había apagado la luz, se encendió Gironte".


(Aplausos. Chiflidos. Insultos cruzados. Pedidos de restitución del "pica para todos los compas". El telón se va cerrando lentamente. Suelta de palomas. Nadie pide el bis. Final apoteósico)




viernes, 9 de octubre de 2009

Encuentro cercano de cualquier tipo


De a poco le voy agarrando la mano a esto del blog. No en cuanto a la escritura (ahí no es mucho lo que se puede hacer) sino que a los aspectos tecnológicos del asunto. Poco después de cumplir el año logré introducir el largamente demandado contador. No, no hablo de mi contador. Tiene un par de demandas, pero no sé si diría "largamente". Bah, hay una que es del 84. Igual no hablaba de él. De la demanda popular. Bueno, de la demanda de un amigo. No, demandaba que pusiese un contador en el blog. No, a mí contador no lo demandó. Creo que no. Aunque ahora que lo dice...

La cosa es que un día que me levanté descocado por la tecnología, me dí cuenta que el contador que había puesto te daba estadísticas. Del blog. Porque tampoco es que te dice: "sólo el 4% de los zurdos de nacimiento se afilia al Partido Comunista" o algo así. Pero podés ver, por ejemplo, de qué países se metieron en el blog. Había uno de Turquía, mire. ¿Cómo llegó aquí? La fama de este espacio trasciende fronteras.

Estambul. Cibercafé "Más perdido que nosotros en la neblina". 13:22 hs.

Tarik: - Erkan ¿qué estás viendo?

Erkan: - No lo sé, Tarik. Yo sólo buscaba bujías de alta complejidad y me mandó a esta página inentendible.

Porque esa es otra cosa que puede mostrar: qué palabras buscaban los que llegaron. Alguna vez había leído a alguno comentarlo, pero desde mi perspectiva debía tratarse de un hacker que miraba eso mientras pispeaba los archivos secretos del FBI o sustraía plata de la cuenta de Bill Gates. Pero resulta que no es tan difícil. No, no sustraer plata de la cuenta de Bill Gates, lo de ver qué buscaban los que llegaron hasta aquí. Y uno puede encontrar cosas sorprendentes.

¿Cuál de estas búsquedas NO fue utilizada para llegar a Kairós?

a) fotos de leones con defectos físicos

b) disney imágenes con contenido sexual

c) kairos kairos que grande sos

d) una mama mae matando

e) las piernas de per gessle

f) trayectoria de bo derek

g) kairos farmacéutico

El que adivina gana el juego. ¿Y si adivina más de uno? En caso de que más de una persona adivine, más de una persona gana el juego. No es tan difícil. Parece mi contador.

Todo esto me ha llevado a una reflexión: el chiste parece estar en poner palabras que la gente busque. Yo nunca haría eso, porque sería prostituirme (es decir, ejercer la PROSTITUCIÓN) como si fuese una VEDETTE DESNUDA, vendiéndome como PAMELA ANDERSON. Y yo no necesito eso. No es que sea el LEONEL MESSI de los bloggers, pero no creo que esto se trate de CÓMO HACER PLATA FÁCIL Y SIN ESFUERZO. No, no, sin quisiese hacer algo sin esfuerzo escribiría en TWITTER, que es más corto. Eso es lo que hacen algunos famosos como BARACK OBAMA, BRAD PITT o MEGAN FOX (de hecho no estoy seguro de que Brad Pitt y Megan Fox lo hagan, pero digamos que es una hipótesis)

Espero que hayan aprendido algo. De mi entereza. O por lo menos de cómo manejar un contador. Para el blog digo. Mi contador es un tipo inmanejable.



martes, 6 de octubre de 2009

Un trabajo soñado


Es jueves. Son las 3:15 de la tarde. Dicen que el jueves es el día más cansador de la semana. Uno ya trae encima el cansancio de días pasados y no tiene la perspectiva del fin de semana como en los jocosos e intrabajables viernes. Si esto es así, las 3:15 son el epicentro modorrístico de la semana. Me siento pesado. Desde esta perspectiva, haber almorzado un bife a caballo no parece una buena idea.

En mi escritorio reposa un libro abierto. Lo envidio, yo no puedo reposar porque al parecer "no está socialmente bien visto" recostarse sobre el propio escritorio. ¡Oh, George Constanza! ¿quién que te haya visto dormir en tu (nada) improvisado lecho oficinístico no ensayará loas en tu honor? ¡Oh, adelantado! La cosa es que el libro parece estar esperándome a mí. Ahí está. Un texto. O lo que me han comentado que es un texto. Yo solo veo letras que no parecen decir nada. Grafismos que danzan ante mis entrecerrados ojos sobre la hoja en blanco. Leo un párrafo. Estoy empezando el segundo cuando la pregunta surge clara y espontánea: "¿qué?". Releo el primer párrafo. Nada. Intento repitiéndome las palabras en voz alta. Una por una. Ahora sí. Ahora han dejado de ser grafismos que no comprendo para ser sonidos que no comprendo. No, no. Entiendo cada palabra separadamente, pero cuando se combinan no logro desentrañar el significado que ocultan. "Las". Artículo femenino plural. Vamos bien. "Repercuciones". Que repercute, o sea, que tiene...¡otra! "Fueron". ¿Quiénes fueron? ¿qué? Vamos de nuevo. Las...

En eso aparece Graciela Borges. Me mira a los ojos y me dice: "los jamones ¡para mañana!".

La miro extrañado. Desde el otro lado escucho una voz que me dice: "Pablo...¡Pablo!". Es Mónica, una compañera de trabajo. "¿Estás bien?" pregunta. Mientras me refriego violentamente el ojo como si me picase y ahogo un bostezo, respondo tratando de armarme: "Sí, sí. Estaba leyendo una cos...de...esto...que...sí, sí...". Notable. Ni lo debe sospechar.

"Tenemos reunión con el decano". ¿Ahora? ¿a las 3:15 de la tarde de un jueves? ¿nadie le explica nada a esta gente?

En la sala de reuniones somos demasiado pocos para mi estado actual. Necesitaría que el contacto visual conmigo fuese una cuestión azarosa, más bien imposible. La reunión empieza y el interminable monólogo del decano se extiende por alrededor de 30 o 35 segundos. "No te duermas. No cabecees. Sostené la mandíbula firme y la mirada lo más inteligente que puedas. No, más inteligente que eso" me digo.

De repente el que habla no es el Decano. Soy yo. Soy yo pero en realidad no soy yo. Yo soy Jim Morrison. Estoy diciendo que el tema que hicimos con Hendrix -"Morrison´s lament"- tenemos que filmarlo (sic) de nuevo. Todos anotan con mucha naturalidad. Yo miro mi libreta. Me sobresalto. Efectivamente, mi libreta sigue enfrente mío. Sobre ella hay ahora sólo una línea cada vez más descendente que hice con la birome apoyada. El decano le habla a Mónica. ¿Cuanto tiempo estuve así? ¿me vio? Trato de recomponerme.

El decano se da vuelta, me mira con una sonrisa y me suelta la frase más terminal, dolorosa y cruel que me hicieron en la vida: "y a vos ¿qué te parece?".

"Es gracioso -comienzo, mientras busco palabras coherentes (o no, a esta altura poco importa) que puedan ayudarme en esta situación de vacío informativo-, a veces pienso que Descartes tenía razón cuando decía que es imposible distinguir el sueño de la vigilia. ¿Me disculpan un segundo? Tengo que ir al baño".

Mientras me lavo la cara frenéticamente, me miro a mi mismo, me señalo y me advierto: "No vuelvas a venir a trabajar con menos de 4 horas de sueño".



viernes, 2 de octubre de 2009

Un criterio de película


Es así. Quién sabe por qué pasa, pero pasa. No fue una vez, no fueron dos, fueron varias. No sabría cuantas, no sabría cuáles en este momento, pero estoy completamente seguro de que fueron varias. Y reflejan algo, eso es seguro. Una forma de ser, de pensar, de asimilar las cosas. Aunque no sepa cuantas veces fueron ni cuales, en este momento.

La cosa es como sigue: ya sea porque versan sobre temas limitados o porque existe una mutua imitación, lo cierto es que las películas suelen contar con descenlaces tipo. No es que sean exactamente iguales, pero se nota que hay ciertos elementos que aparecen recurrentemente casi con necesidad. Y ahí está la cosa: depende del país de procedencia de la película, estos tipos son de otro tipo. ¿Cómo que qué tipos? Los tipos de descenlace. Es lo que digo, son de diferente tipo. No, no de diferentes tipos. Bah, sí, pueden ser de diferentes tipos pero a la vez del mismo tipo, si son de un mismo país. ¿Tipo qué? Tipo ná.

En fin, veremos algunas resoluciones tipo (basta, que no, que no es un tipo en el sentido de "ese sujeto" sino de "de tal manera") adoptadas por el cine de diferentes países:

Escena 1: la reconquista del amor que casi se pierde se produce...

a) En la casa de ella, bajo la mirada dulce del ama de llaves (película francesa)

b) En un bar, bajo la mirada cómplice de un pícaro par de parroquianos (película argentina)

c) En un aeropuerto o estadio atestado de gente, bajo la mirada de una horda equivalente a la población del principado de Mónaco, que celebra aplaudiendo el hecho, por más que no conozca los detalles de las dos horas anteriores de película (película norteamericana)

Escena 2: las circunstancia de la vida producen la conformación de un grupo de perdedores que...

a) Descubren que la vida es una cagada (película francesa)

b) Sufren una cantidad de enredos a través de los cuales descubren que lo importante es que tienen la amistad de unos a otros para ser felices (película argentina)

c) Logran vencer a los populares, quedarse inexplicablemente con las protagonistas femeninas (que descubren súbitamente que los populares eran unos imbéciles) y terminan por convertirse ellos mismos en los populares de una manera rara pero que de cajón implica el aplauso de una horda equivalente a la población del principado de Mónaco (película norteamericana)

Escena 3: enseñanza a grupos difíciles (profesor de alumnos secundarios, niñera/o de chicos conflictivos, técnico/coach de un equipo deportivo de antisociales)

a) Después de un comienzo difícil, el suicidio de un integrante del grupo hace que todos se replanteen hacia donde están llevando su vida. La figura paternal los ayuda en este nuevo camino (película francesa)

b) Después de un comienzo difícil, las cosas se ponen todavía más difíciles cuando el protagonista es abandonado por su mujer por perdedor. Todo parece mejorar cuando los alumnos le dan ánimo, pero termina de cuajar cuando se sabe que era una distracción para afanarle el auto (película argentina)

c) Después de un comienzo difícil, el protagonista consigue generar una admiración rayana a la idolatría en sus pupilos, que sólo experimentan un ligero desvío en su conducta -que decepciona al protagonista- para reivindicarse ante la mirada de éste y de la consabida horda equivalente a la población del principado de Mónaco (película norteamericana)

Escena 4: aparición de un presidente.

a) Éste se enfrenta a un dilema moral que lo pondrá en la situación de elegir entre su vida personal y su vida política (película francesa)

b) Aparición tangencial para marcar que un evento es importante ("viene el presidente") A menos que sea un personaje parte de la trama, en cuyo caso es un corrupto (película argentina)

c) Es el héroe. Antes de ser presidente fue Boy Scout y experto en artes marciales, por lo que sobrevive a un ataque soviético/islámico y salva a su país en medio de arengas llenas de fervor patrio que son aplaudidas por una horda eq... se entiende (película norteamericana)

Lo que se desprende de lo visto (es decir, de los números de entradas vendidas) es que preferimos los finales felices. Es el el tipo de películas que preferimos. Y no nos importa si son previsibles. Es más, ¿quién se ha ido contento de una película en la que el protagonista no se queda con la muchacha? Además, si son corroborados por una horda equivalente a la población del principado de Mónaco, tanto mejor. Esos son los tipos que preferimos. Muchos. Por más que para nuestros adentros nos repitamos meneando la cabeza "¡Por Dios, qué yanquis que son los yanquis!", en las ventanillas los seguimos envalentonando a que repitan fórmulas. No se queje. No se haga el interesante porque vio una película iraquí en la que el protagonista no se quedaba con la muchacha. Fue una vez y porque pensó que era otra cosa. Sepa que es usted quién conduce imperceptiblemente los guiones de las películas.

Sí, sí, usted, Sí, eso es lo que hace.

¡Qué tipo!

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