Advierto que voy a tocar un tema espinoso. Lo que no deja de ser raro, porque cuando uno va a tocar algo espinoso lo lógico sería que lo adviertan a uno. Pero no. Resulta que me advierto y además no me hago caso porque lo toco igual. Espero que mi inexplicable manera de actuar no me reste credibilidad para el tema espinoso que voy a tocar. ¡Ay!
Nos toca transitar tiempos aciagos para la vida en pareja. La gente no se quiere casar; los que sí se casan, se separan; los que no se casan, también. Las relaciones duran un tiempo y parecen agotarse. Ya no hablamos de "nuestra media naranja" ni del "compañero de toda la vida" sino de "el pedazo de naranja que había en el mercado cuando llegué" o de "mi pareja actual" (mote que bien podría ser retribuido con un rodillazo a los genitales por nuestra -ahora- ex-pareja actual) Los motivos que se esgrimen para justificar este desbande sentimental en general no suelen referirse a cuestiones que involucren a los involucrados, como el individualismo o el carácter de mierda, sino a cuestiones 'inevitables', como la rutina o el carácter de mierda...del otro.
Imposibilitado de mediar entre gentes con carácter de mierda, me gustaría hacer un pequeño desagravio de la rutina. Uno quizás haya conocido lugares espectaculares, pero aquellos que verdaderamente significan algo para nosotros lo llegan a hacer justamente gracias a la rutina. El campo de los abuelos donde transcurrió la infancia o la casa de Pepito donde nos juntábamos todos los sábados se constituyen gracias a una miríada de pequeños recuerdos que se solapan hasta taparse entre sí. Y sí es más emocionante conocer la Torre Eiffel o estar en un bed & breakfast en Budapest, lo cierto es que el lugar al que volvemos, allí donde estamos cómodos y podemos descansar no es ese. Eso sí, esta misma comodidad puede transformarse fácilmente en dejadez y desidia, por lo que hay que sacudir la estantería de vez en cuando para evitar el apachorramiento. Espero que haya captado la analogía porque no lo vuelvo a explicar y esto entra en el final.
Pero hemos notado que este principio general sobre la situación de una pareja, sin el debido apuntalamiento, puede derivar en los caballeros en prácticas catastróficas. Es por eso que, desde este humilde espacio, intentaremos dar alguna asesoría para reavivar esa llama a veces lánguida, a veces insuficientemente fogoneada, a veces esquilada y vendida en ferias artesanales hecha bolsitos hippies.
Compartiendo logros:
SÍ: hacerla partícipe de algún logro laboral.
"Querida, hoy en la reunión me terminaron aplaudiendo, y parece que pasa mi proyecto nomás".
NO: mostrarle orgulloso el tamaño de sus deposiciones.
"Che, ¡mirá lo que es eso! ¿No deberíamos inscribirlo en el Registro Civil?"
Sorprendiendo a su pareja:
SÍ: hacer algo intempestivo que muestre la preocupación por ella.
"¿A que no sabés? Reservé una cabaña en la costa. Ya lo arreglé, tu mamá se queda con los chicos y nos vamos ya".
NO: hacer algo intempestivo que muestre que usted es un ser inestable.
"¿A que no sabés? Me gasté todos nuestros ahorros en el Hipódromo. Ya lo arreglé, tendrás que prostituirte y te espera un señor en nuestro cuarto ya".
Evitando relaciones rutinarias:
SÍ: proponerle vestirse temáticamente.
"¿Qué te parece este vestidito de enfermera?"
NO: proponerle barbaridades sistemáticamente.
"¿Un trío con tu prima putona no te va?".
Dándole pequeños gustos:
SÍ: ceder, adaptándose a un gusto de ella para pasar un momento agradable.
"Alquilé una comedia romántica. Si querés podemos verla mientras comemos".
NO: evidenciar que no tiene la más puta idea de cuales son sus gustos.
"Alquilé los Ositos Cariñosos. ¿Qué? ¿pero no que te gustaba algo del amor y no sé qué? ¿no tenías un sticker en tu agenda?".
Incorporándola a sus actividades:
SÍ: explicarle el deporte que está viendo.
"Y cuando quedan empatados a 6 games, el set se define en tie-break, donde hacen dos saques cada uno hasta que uno llega a la diferencia de dos puntos".
NO: ponerla a jugar a la Play en su equipo.
"¡Pero pelotuda! ¡sola te había dejado con el pase! ¡sola! ¡tenías que apretar la "X" nada más! ¿Qué tan difícil puede ser? ¿cómo vas a apretar el botón para tirar el centro?".
Creando lazos con la familia política:
SÍ: realizar actividades con los restantes miembros de la familia.
"Che, me voy a ir a jugar al golf con tu viejo. Nos vemos al mediodía para almorzar todos".
NO: no insista con lo de la prima putona. No es lo mismo.
Los detalles:
SÍ: regalele algo que muestre que a usted no se le escapan los detalles, que tiene un conocimiento atento y una preocupación constante.
"Te grabé un CD con las canciones que escuchábamos cuando estábamos de novios".
NO: no le regale algo que muestre que a usted no se le escapan los detalles, que tiene un conocimiento atento y una preocupación constante.
"Te compré esta perchita de pared, para que dejes de colgar las bombachas en la canilla del baño, la puta madre".
Los regalos:
SÍ: tener pequeñas atenciones que valen más por el gesto mismo de haberla tenido presente.
"Mirá, te traje un flores. No son nada, pero me acordé de vos".
NO: tenga cuidado con aquello de lo que se acuerda.
"Mirá, te traje Glade fragancia floral. No quiero decir nada, pero me acordé de vos".
La finalidad de su actuar:
SÍ: mostrar que se preocupó porque quería mejorar las cosas.
"La verdad es que estuve pensando mucho y me alegro que hayamos podido encaminar las cosas".
NO: mostrar demasiado, demasiado pronto.
"Dale, vieja. ¿Que hacés todavía vestida? El flaco de Kairós decía que con dos o tres boludeces caías muerta caías. Che ¿a donde vas?".
Que lo disfruten con...
"¿No viste que se me fue la patrona, pelotudo?¿cómo voy a disfrutarlo? ¡Gil!".
Saludos cordiales.