Todo concluye al fin. Nada puede escapar. Ni siquiera esta bitácora. Gracias a los que han acompañado desde el sentimiento. Incluso cuando este haya sido de envidia, odio o repulsión. Gracias igual.
Capítulo 6: la despedida
En primer lugar, no sería justo no agradecer a F., M. y F. Jr. que me recibieron, me pasearon e incluso me charlaron mientras hacían todo lo anterior. Sí señor, no sería justo. M. me aconsejó al comprar los regalos para mis hijas que hiciesen que me pesara menos en la conciencia el haberlas dejado. F compartió unas cervezas conmigo y me brindó su amistad, al punto de que casi olvido en ese bar los regalos para mis hijas que hiciesen que me pesara menos en la conciencia el haberlas dejado.
Capítulo 7: las fajitas
No sólo porque arrastraba la presión ejercida por el público tan bello que acompañó la patriada (el famoso "bello público") sino porque efectivamente me parecía un deber, consideré que no podía dejar Méjico sin probar una comida típica. Pero no fríjoles, chicharrones ni cosas cuyo ardor pudiesen atentar contra mi salud, sino algo más cercano, como un taco. El error estratégico, quizás, fue hacerlo antes de subirme al avión. 3 pesadas fajitas y un vaso largo de margarita (o sea, una versión medio yanqui de la comida mejicana) tuvieron que ser acompañadas por una argentinísima Buscapina por el bien de todos.
Capítulo 8: no voy en tren (¡maldición!)
De niño disfrutaba volar. Al tener familia en Chile, era común para mí tomar un avión de vez en cuando. Toda la liturgia aeroportuaria, el ingreso a lugares donde solo entraban quienes viajaban y el servicio de a bordo hacían del viaje en avión un momento mágico. Una compañera nerviosa y un pozo de aire viajando de San Pablo a Buenos Aires rompieron algo de esa magia. El tener hijas también. No por ellas, sino porque ya no me siento tan libre de estrellarme donde me plazca. Lo sé, soy todo generosidad. La cosa es que, aún con cierta inquietud, cuando viajo solo puedo vivirlo con alguna tranquilidad. Pero entiendo castellano, señores:
A muchos metros de la tierra. 00:17 hs.
Cling (cartel de abrocharse los cinturones encendido)
A muchos metros de la tierra. 00:18 hs.
(Voz de grabación) Estimados pasajeros, el cartel de abrocharse los cinturones ha sido encendido. Rogamos volver a sus asientos y abrocharse los cinturones. Muchas gracias.
A muchos metros de la tierra. 00:21 hs.
(Voz de azafata en vivo) Debido a las turbulencias y por razones de seguridad, no estaremos sirviendo la cena. Rogamos sepan disculpar las molestias.
A muchos metros de la tierra. 00:24 hs.
(Voz del capitán) Tripulación tomar asiento, por favor.
Entonces lo visualisé. Casi podía escuchar "Stars and stripes" sonando de fondo:
Finalmente no fueron más que unos sacudones leves. Y además, eran un champú y un gel de baño.
FIN
23 comentarios:
Hay dos clases de personas en la vida: Los que se afanan los champucitos y los que no.
Ta lueeego.
auuuuch!!! q miedo!!
como robarse los champucitos???? si están para eso!!
Qué bueno que ya está con los pies sobre la tierra!
Su desaparición hubiera sido irreparable.
Bueno, usted hubiera sido irreparable cayendo de 20.000 de altura...
Pero no se ensañe con los pozos aéreos; la culpa de que uno sufra esos sustos en el aires es de esos profesionales de la salud.
Mire, si hay algo que siempre me pareció nefasto es esa estúpida actitud de los médicos que machacan y machacan para combatir el sedentarismo.
Por qué no combaten a los nómades, eh?
Dígame, alguna vez escuchó que se murieran 214 gordos de golpe?
En cambio, cuántas veces leyó en los diarios sobre accidentes aéreos?
Todos nómades, señor! Todos nomades...!!!!
Ningún sedentario.
Malditos galenos!
Un saludo.
Qué grosso mi tocayo!!!
Muy bueno lo del Bello Público, en algún momento se lo robaré. Me alegro de que haya vuelto sano y salvo!
pd: Benegas, se lo perdono a la placa roja, pero a usted, no. "Shampoo"
pd2: No lo había pensado hasta ahora, pero.. un blog ya ES una bitácora.. así que esto vendría a ser una... meta-bitácora, no?
si, si, ya voy a dormir, no puteen
Shimmy, como dijo Churchill: "Sólo puedo ofrecerles sangre, sudor y unos champucitos que me afané que para el sudor vienen bárbaro".
licha, exactamente. No es como si me hubiese traído las toallas. Que lo hice, pero no lo ando contando.
Carugo, ¿sabe lo peor? Que en la fantasía catastrófica de que el avión se partía al medio lo que me preocupaba era que afuera hacían como 60° bajo cero. Porque una cosa es estrolarse y otra muy distinta es cagarse de frío durante el descenso.
Descorcho una barra de chocolate en el nombre de los que se quedan en el sillón. ¡Sedentarios del mundo, uníos! (metafóricamente hablando, no vaya a ser que nos obliguen a transportarnos a algún lugar)
Señor F, trate de ponerle un plural a "Shampoo". Que quiere que le diga, no da. Me autobanco con lo de los champucitos (además, como usted mismo testimonia, el soporte me da pie)
Su segunda postadata coincide con el tercer párrafo de la primera bitácora (de la primera que llamada explícitamente "bitácora" y no del primer post de esta bitácora. Se entiende ¿no?) así que no seré yo quién lo putée. O no por esto, por lo menos.
Señor Pablo, salvando los excesos (como lo que hace un socio que tengo, que de los hoteles extrae todo lo que no esté atornillado o pegado a las paredes o el piso), sepa que usted puede llevarse con toda tranquilidad el shampoo, la crema de enjuague, el estuche para limpieza del calzado, las gorras de baño, los anotadores y bolígrafos, y (si quiere) los jaboncitos no utilizados.
Todo está contemplado dentro de la tarifa.
Pero sigue siendo un flojito para las comidas. Seguro que su mamá le cocinaba milanesas con puré todos los días.
Lo entiendo con eso de la intranquilidad al volar, Don Pablo. Me sapa lo mismo. Desde que tengo críos es como que me han robado esa paz que yo tenía ante la idea de morir. Ese "y bueno, si pasa pasa" Ahora no puede pasar, porque que pasaría con los dos lechuguinos en casa? Y peor aún, si estamos todos juntos en el avión. Que yo me caiga, bueno, es una cosa, pero que ellos se caigan se pudre todo, yo vuelvo del mas allá y les jodo la vida a los de la aerolínea por el resto de los que les quede de vida.
Y adhiero a Bugman, uno tiene derecho a llevarse todo eso y la sal de adentro de los saleros... Hay un capítulo de Friends donde te lo explican bien. Los foquitos de las lámparas, pero no las lámparas, porque eso ya sería robar...
Ah, nosotros como familia tenemos un pacto cuando volamos: si nos estrellamos morimos todos, o no muere nadie.
Qué es eso de dejar una familia desmembrada.
Hasta ahora venimos cumpliendo bien.
Ya se lo han dicho, pero las botellitas están para eso.
Y después en casa terminan en la basura porqeu uno no sabe dónde cuernos meter todas las porquerías que se trajo.
Delicias del viajante.
beso!
Bugman, su enumeración ha omitido un punto álgido: las pantuflas. La bata de baño es claro que no, pero ¿y las pantuflas? En mi noche de bodas estaba emocionadísimo con la idea de llevarme las pantuflas y mi mujer (quizás celosa por la pérdida de protagonismo) me objetó que no se podía, que era robo. Me interesa su parecer.
Guada, es así como dice que digo. Uno ya no puede ir en paz ni a la tumba, que lo parió.
Por lo demás, Ross bajo el efecto de las galletitas de maple es uno de los mejores recuerdos que tengo de la serie.
Mona Loca, ¿cuál es el castigo para el que no cumple? Tendrían que definirlo. Si se muere uno solo no lo entierran, por ejemplo. O se queda vivo no lo dejan dormir más, por poco solidario. Pienselo.
Bueno, una alegría tenerlo de nuevo en casa! (en el país, digo, que no acostumbro recibir en mi domicilio gente que no conozco, por más simpático que me caiga)
Coincido en criterio con el Sr.Bugman y todos los que coincidieron con él. Esas "cositas" están allí para el uso y consumo del visitante. Si uno no usa el shampoo (el plural sería shampoos, un vocablo del maorí, aparentemente) durante su estadía, no significa que no tenga derecho a su uso... posterior, digamos.
Y los saquitos de té? También me los traje. Y me los tomé, sí, señor.
(espero que a la Sra. Ouchurus le haya gustado el regalo... porque le trajo, no??)
1) No me achaque sus fobias.Bien que el pozo de aire los hizo re cagarse a todos.Si, a usted también.Y a F. y M., que no se hagan los valientes. Lo que pasa es que eran los comienzos de Lost y estabamos todos medio paranoicos.
Si, si, algunos paranoicos necesitamos una dosis posterior de rivotril, y?!
2)Los champucitos y unos jaboncitos divinos pero medio escasos.Y el kit de higiene personal? Y el mini costurero? Y los sobrecitos de azúcar y edulcorante del desayuno? Usted debería volver a ver el capítulo de Friends.
Y aclaro Bugman que las pantuflas aquellas no eran de esas medio descartables que te dan en algunos hoteles.Eran de las buenas.
3)Jazmín, hubo regalos, si, señor.Y bolsa del Duty free, como corresponde.
si, quedaron 13...y? A mi no me vengan con esas pavadas!
Se siente bien Yoni?lo noto un poco pálido...
Señor Pablo, a mi leal saber y entender, la pantuflas también.A no ser que el hotel posea un sistema de desinfección y limpieza de pantuflas, es claro que no deberían ser usadas por el próximo huésped, que merece un par de pantuflas nuevas.
Lo voy a decir rimando:
Sr Pablo, no es buena idea esa de antes de subirse al avión, darse semajante atracón.
De los hoteles, salvo la cama y la bañera habria que llevarse todo! Con lo que cobran!!!
El colesterol extra nos lo llevamos seguro, con esos desayunotes americanos llenos de huevos, tocino, bacon, panceta(je) y frijoles!!! Ahora, puede creer que el cereal que habia en ese hotel, era el dietetico?? Loco, el cereal si o si tiene que se azucarado!!!!! Mire, ya me hizo acordar....
Yo cada vez que me subo a un avión, no puedo no recordar y cantar (en voz alta, pero no demasiado) Fly Airways de Les Luthiers.
"En caso de una súbita descompresión de la cabina, automáticamente caerá sobre sus cabezas ... parte del fuselaje"
Jazmín, para que se quede tranquila, entre los regalos para mis hijas que hiciesen que me pesara menos en la conciencia el haberlas dejado y los (sí, "los" en plural) de la Sra. Ouchurus, me parece que este viaje dio pérdidas.
¿Saquitos de té? Interesante. ¿Quedará mal que me lleve los cereales en una bolsa ziploc? (que llevaría yo, por supuesto)
Ouchurus, me quedo principalmente con el punto 3. Con respecto al 2, mi pensamiento es el de Bugman. No se reutilizan.
Bugman, exactamente. Casi que no llevárselas es un acto de descortesía para el próximo huesped.
Anavril, de una manera más prosaica, mi mujer me marcó lo mismo.
Yo iba preparado para la visión de todas esas aberraciones desayunísticas pero me sorprendí gratamente. Adem´s, los cereales eran Kellog's(TM)
Samain, ¿sabe que ese me parece que no lo escuché nunca? Me pondré a estudiar entonces.
Una merecida turbulencia para que pagara el robo. Vergüenza debería darle.
Un saludo.
Gracias Pablo, vio que con tan poco me hacia feliz... ahora puedo morir en paz. Ah no! Cierto que esta F.Jr.
Recuerdo ese pozo de aire con nostalgia... aquellas epocas en que uno podia darse el lujo de estrolarse tranquilo...
Buenísimo, la única putada es que cuando veo esas placas rojas me quedo hablando como el gordo de Crónica durante varias horas. Siempre me pasa con el vecino al que le digo en tono alarmista: "REITERAMOS, TU HERMANA ESTÁ PARA PARTIRLA EN OCHO, TARARARARARA TARARARA TARARARA CHAN-CHAN PAM-PAM CHAN-CHAN-CHAN".
Un saludo cordial.
ya sabemos porqué a algunos no les tocó la latita de atún del Sr Bugman
es decir...a todos les tocó, sólo que no todos la recibieron
interesantre, Sr Pablo
otra cosa.
me parece a mi o ud subió más entradas desde el exterior que residiendo aquí?
un detalle Sr Bugman
quizá ud deba mandarlo bien lejos si quiere producción, digo, no sé
(y de pasó nos aseguramos de que no falte nada en la oficina)
Sir Lothar Mambetta, la placa roja lo vale. Además, lo que usted ve como una putada en realidad es un bonus track.
Briks, no puede tener más razón, pero resulta que cuando volví a Argentina, las únicas que me extrañaban y demandaban una compebnsación no eran mi mujer y mis hijas sino también mi jefe, mis alumnos, mis colegas...
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