Señores, no tenemos tiempo para detenernos. He leído los comentarios y apenas pueda los contestaré. Pero, lanzado a suplir calidad con cantidad, no me queda más que apurar el paso. Lo cierto es que Lima no me dejó mucho más, a menos que...no sé si este es el lugar para ventilarlo. Aunque la presencia de testigos supone un potencial resguardo. Bueno, lo digo y que sea lo que Dios quiera.
Mi amor, debo confesarte que mientras estaba en Lima... bueno, la verdad es que estaba solo... fue un momento de tentación... pero sabés que vos y las chicas son lo más importante para mí.... en fin, no puedo negarlo más: me dormí una siesta mientras miraba la televisión tirado en una cama. Espero que puedas perdonarme.
Por lo demás, excepto por el jugo (néctar para ser más preciso) con gusto a chizito que casi ocasiona un incidente diplomático, solo logro extraer de esta última etapa algunos inconexos retazos de pensamientos.
Capítulo 2: no se pasa a ser gourmet por estar en otro lado.
No me gusta el pescado. Es así. Algunos festejan sus distintas preparaciones olvidando que en algún momento de la niñez lo odiaron. Yo me mantengo fiel. No quiero "comer como gente grande", quiero comer rico. Y no me importa que el ceviche "sea una especialidad," y "que no puede ser que no lo pruebe" porque puede ser perfectamente. Porque se trata de pescado. Aquí y en Perú.
Los que sostienen que cometo una herejía culinaria son los que anteponen la posibilidad ("¿cuando vas a poder comerte otro ceviche limeño?") por sobre el gusto ("nunca, porque así quiero que sea") Es así, y no se me escandalice porque lo llevo a Clo-Clo y me pido una milanga con fritas.
Capítulo 3: los Amish.
Me subí al avión que me llevaría, en un viaje de toda la noche, desde Lima hacia el DF y ¿a que no sabe con qué me encontré? Sí, una familia Amish ¿cómo lo supo? A mi lado estaba papá Amish (Frank me pareció que se llamaba): rubio, vestido de granjero y con cara de pocas luces; al otro lado, mamá Amish, dueña de un rictus que Tomy Lee Jones hubiese envidiado, custodiaba a pequeña Amish rubia I y a pequeño amish I (rubio y rapado). Detrás de ellos, se situaban otros 3 pequeños amish de distintos tamaños, todos igualmente rubios, todos igualmente rapados, todos con la misma inequívoca expresión facial de "no cazo un fulbo de que está pasando". A mis espalda, abuelo y abuela Amish rodeaban a pequeña Amish rubia II . Capta el cuadro general ¿no? Pañuelos en la cabeza, faldas largas floreadas, botines acompañando pantalones marrones y camisas a cuadros. Estética amish en su máxima y esteriotípica expresión.
Esta buena gente entrelazaba momentos de estar totalmente inerte con otros de frenética actividad: hablaban entre ellos en, ponele, alemán a viva voz; agarraban los respaldos para impulsarse para salir al pasillo, donde posteriormente deambulaban sin pudor ni manejo de las medidas. En un momento casi me pongo a bailar la Macarena en cueros para escandalizarlos, pero después me pareció un poco mucho.
La cosa es que, cuando empiezan a repartir los papelitos de migraciones, preguntando si uno era mexicano o no, Frank da la sorpresa cuando, en un torpe castellano, dice: "Yo ser mejicano. Mi familia...no. Ellos ser bolivianos". Casi me le cago de risa en la cara. Desde que pusieron a hacer de príncipe de Persia a un tipo de apellido Gyllenhall esto se está yendo a la mierda.
Pues bien, por hoy creo haber cumplido. Les recuerdo que prometí hacerlos parte de este viaje, no que estuviera bueno aquello de lo que forman parte.
Tendrán novedades. Lamentablemente.
16 comentarios:
Usted va a lo de Mirtha y pide panchos?
Ahh que lindos los amish, que tiernos. Yo los imagino como muñequitos, como que no existen. Les pidió un autógrafo?
Pero!
Hubiera aprovechado que eran hermanos latinoamericanos y les hubiera preguntado cómo es eso de que se subieron a un avión!!
Y yo lo acompaño en el asuntito ése del ceviche, qué cosa fea.
No, nunca lo probé, pero es pescado.
Y crudo, encima.
Deje, deje.
Voy a Japón y tampoco le como Sushi. Porque es pescado, también.
Cuéntenos qué tal DF, una vez que se le pase la hinchazón por la retención de líquido y la presión se le acomode un poco.
Va con onda.
beso
En un combo a sus Bitácoras I y II, le cuento que en un vuelo México DF - Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 90 % de los pasajeros eran Amish que habían comido ajo, y también cebolla. A pesar de las elevadas temperaturas tropicales lucían ellos sus camisas leñadoras y ellas sus pesados vestidos. Todos de mangas largas, y hasta el último botón abrochado. Se ve que esta gente mantiene intactas las tradiciones pero ha perdido por completo el sentido del olfato. Al 10% restante no se nos permitió usar las mascarillas de oxígeno (las líneas áreas nunca respetan a las minorías, vio?)
¡Siga contándonos su viaje!
Yo como todo. No discrimino - no, mentira, el mondongo me puede, me da un asquito bárbaro - y el pescado me encanta. Yo ando de paseo y pruebo cuanta porquería me cruce.
Ahora, como dice Mona - no lo del pescado, eso ya lo comente arriba - como hicieron los Amish para subirse al avión? No que la tecnología esto y la tecnología aquello? Los aviones no cuentan como tecnología? El mundo me sorprende día a día.
Uh, no había leído lo de Cristina... Se ve que sus Amish no eran unos adelantandos, era un grupito mas de gente que de a poco va perdiendo sus tradiciones en función de viajar mas rápido - como todos, bah.
Seguiré atenta a sus diarios del Capitán.
Los amish me dan miedo. Posta.
Y el pescado me encanta. Y hubiese pagado hasta 300 libras esterlinas para verlo bailando Macarena en cueros y a 10.000 metros de altitud.
Muy bueno, salute.
Y? Les preguntó si quedaban vacantes para mandar a las chicas? Entabló relación o sólo los observó? Vamos Benegas! a ver si sacamos algún descuento mire que son varios años...
Con respecto a lo de su siesta, no me voy a pronunciar cofcofcaradura! cof cof! a pesar de que me haga quedar como una loca autoritaria.
Yo que usted me llamaría al silencio...eso si...shhhhh
un saludo
Debió bailar la macarena en cuero para alborotarlos. Ahora cuándo va a tener la oportunidad de escandalizar a unos Amish viajando a Perú??
Mataría ver a Papá Amish con mostacho Mexicanote.
Ceviche? Puaj! Ya hasta el nombre me da asco.
Los Amish para mí son extraterrestres que viven acá de incongnito y se hacen pasar por antitecnológicos para no levantar sospechas.
Ah no, cierto que no creo en los extraterrestres. Bueno, entonces deben ser un publo superior que aprendió que la tecnología no lleva a ningún lado a menos que sea en avión.
Saludos!
Un Amish en un avion debería ser como un pingüino en Yucatán...no?
Amish...Mormones...que se yo...como la luchan para no aceptar la modernidad! me canso de sólo pensarlo.
Pescado crudo, paso...gracias. Del otro...no, ése me gusta...salvo los mariscos...ahí me vuelve a agarrar cosita...
jugo de chizito??? no era rico? puuucha!
con respecto al plato limeño, ponele q t pruebo del tuyo, y gracias, si ta rico, la próxima en una d esas lo pido...
y los Amish!!! no les sacó una foto??!!
saludos al chavo, por las dudas se lo cruce!
No comió cebiche (o ceviche, o seviche, todas las grafías son aceptables).
No le gustó la Inca Kola. Bueno, esto último no lo dijo, pero lo supongo.
Usted es un pésimo viajero.
Usted no se empapa en la cultura local, apenas si humedece la punta del dedo gordo del pie.
Vea, cuando uno llega a un país tiene que comer su plato típico y si luego la naturaleza decide que a los pocos minutos debe descomerlo, que así sea.
Recuérdeme que jamás lo invite a ninguna cena en ninguna embajada.
(¿Camarones? ¿No le gustan los camarones? Porque hay cebiche de camarones).
Néctar con gusto a chizito?!!
Perdió la conciencia??!!!
Qué tipo de droga le dieron los chamanes???
Con respecto al cápitulo 3, está seguro que eran Amish? No serían los integrantes de ZZTop??
Un saludo y vuelva pronto!
Pdta:
Bugman, Cebiche con camarones? Yo comí cebiche y no tenía camarones...
Picaba como la m....
Decime que aunque sea te gusta el pollo.. si no en lima estabas frito.
Como el pollo, digo.
La ex Rubia, Mirtha no me ha dado la oportunidad. Creo que sospecha algo y por eso no me invita.
Mona Loca, ¿sabe que lo pensé? Pero tendría que haber visto las tiernas caras de los 3 hermanitos que estaban juntos. Me miraban como si fuese un superheroe o un extraterrestre. Creo que es porque andaba con una remera de manga tres cuartos.
Por lo demàs, solo he sufrido sequedad en las fosas nasales. Pero estoy 10 puntos.
(¿Sushi? ¡Puaj!)
Cristina, por eso mi mamá me dice que siempre hay que viajar con 35 paquetes de Halls.
Guada, que quede claro: envidio a las personas de estómago valiente. Sólo que reconozco que yo no soy uno de ellos.
Shimmy, cuando dijo "libras esterlinas" me encontré desabrochándome un botón. Le pido que no insista, que no sé lo que pueda pasar.
Ouchurus, no me entendió bien. Nunca quise hacerla quedar como una loca autoritaria. Mi idea era mostrar que es la falta de sueño la que la ha llevado a la locura.
(Y Franck dice que si vieron al dinasaurio Barney ya no pueden entrar a la comunidad)
Samain, hoy a la noche pego la vuelta vía Perú, así que quien le dice que... un momento ¿qué estoy diciendo?
Rebeca, al parecer Franck y familia iban a buscar al tío Albert, que había salido en carreta hacia México 25 años antes.
Anavril, no hago concesiones con respecto al pescado. Con los mariscos... bueno, ahí sí. ¿Alguna vez probó las machas a la parmesana? Un manjar.
licha, no, no era rico. Para nada. Es más, no descarto que los Amish hayan sido una alucinación producido por ese jugo.
¿Cómo que insulsa la bitácora?
¿Cuántos pueden dar testimonio de haber visto a una familia amish "denserio"? La única que vi yo, fue en Testigo en Peligro.
Curiosísimo que estuvieran en un avión... casi tan curioso como que no se anime a probar la comida local. Eso es cultura, hombre!! Cultura viva!
Tal vez debería alejarse un poco de los libros y acercarse... al Duty Free :P
(es el mejor pasaje de vuelta, creo, o al menos la menor probabilidad de que le cambien la cerradura)
Bugman, yo no he dicho que se tratase de Inca Kola. No la probé, concedo, pero nunca dije que no me gustase. Y no hay de donde suponerlo. Usted proyecta sus propias adversiones sobre mi persona.
Por otro lado, lo admiro. ¡Cuantos platos devueltos! ¡qué mundo debe tener su tracto! Lo imagino vomitando con el agregado cultural de Suecia.
Carugo, no perdí la conciencia. Y eso fue lo peor del asunto.
Señor F, ¿sabe que terminé almorzando en un lugar de pollo? Decía que albergaba el auténtico sabor peruano, aunque su nombre fuese algo como Perico's.
Jazmìn, inculto, sí. Con gastroenteritis, no.
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