viernes, 25 de septiembre de 2009

El humor de los mercados


La experiencia indica que, promediando el último año del secundario y ante la necesidad de decidir cuál carrera elegirán, los alumnos tienden a dividirse en dos bandos: los que odian lengua y los que odian matemática. Y esa es la base sobre la que se autodenominan "humanistas" o "científicos", ignorando que no es una buena distinción epistemológica e ignorando -sobre todo- que su propia ignorancia los hace merecedores más bien del mote de "bestias" o "bípedos implumes" como mucho.

Los que odian las matemáticas se comprometen a no volver a hacer una cuenta más en su vida y en general estudian derecho. Los que odian el análisis sintáctico y piensan que Gutenberg merece la hoguera por haber permitido la proliferación de los libros se resguardan en las ciencias económicas o la ingeniería. Por supuesto, esta es una burda generalización: hay quienes odian ambas cosas.

La cuestión es que esta división maniquea del mundo entre números y letras apareja grandes decepciones. Por supuesto, me interesa hurgar en una de ellas. Lo noto ansioso. ¿Quiere que le diga de qué se trata el artículo? De una de las ciencias que encarna más acabadamente la imposibilidad de dividir el mundo vocacional así de fácil: vamos a hablar nada más y nada menos que de economía. Y lo haremos porque hoy en día subyace la idea de que la economía es el corazón de todo. Todo esconde algún interés económico. Y si alguien objetase que los que buscan el poder político lo que quieren es el poder mismo, bien le podrían responder que éste se consigue a través del poder económico y para beneficiarse económicamente. No voy a detenerme en este supuesto (que me parece errado); simplemente lo tomaré como punto de partida para hablar de lo que se me cante.

Antes de empezar, creo conveniente aclarar que de economía ¿como decirlo? ¡ah, sí, ya sé! de economía no sé un pedo. Usted piensa que eso me podría desautorizar, pero ya ve como está la economía y es porque la manejan los economistas. Yo, en cambio, no he pasado de provocar crisis menores y en general más en nervios ajenos que en sus bolsillos. Eso me avala moralmente para hablar de economía. Benegas 1 -Economistas 0.

Pues bien, ¿qué idea tiene uno de un profesional de las ciencias económicas? Alguien que maneja números, entendiendo que estos son un reflejo de una realidad concreta y mensurable. Este tipo hace zapatos y los vende a tanta plata. Gana tanto. Si trabajase más podría vender más zapatos. Y podría ganar más plata. Nuevamente, estoy simplificando. Todos saben que este tipo debería hacer una proyección de la inflación y del posible mercado para ver fortalezas y oportunidades de su producto y ver la sustentabilidad de su negocio pero ¿qué les importa eso a los economistas? ¿Cómo dice? ¿qué a eso se dedican? ¡Vaya a vender zapatos y dejeme a mí con el artículo!

En fin, como decía, el tipo parece dedicarse a cosas muy exactas. Pues bien, resulta que no. Resulta que el tipo se dedica a cosas que dependen de otras cosas tan poco exactas y mensurables que uno no entiende que clase de alquimia les enseñan en la carrera. Y una muestra de eso es el famoso "humor de los mercados". ¿En qué consiste esto? Pues bien, la gente gana plata o pierde plata no porque trabaje más o menos, no porque venda más o menos, ni siquiera por decisiones manageriales estratégicas, sino simplemente porque circula un rumor que hace bajar o subir varios puntos un índice determinado. Índice que está atado quién sabe a qué variables, pero que tan serias no deben ser si una de ellas son los rumores.

Como es nuestra costumbre, vamos a ejemplificar a fin de que pueda pescar de qué corno estamos hablando.

Casa de la familia Bernancke*. 20:42 hs.

(La señora Bernancke tiene uno de esos días. De esos. Bueno, tiene un mal día)

Elsa: - Ben ¿qué te dije de entrar con tierra en los zapatos?

Ben: - Pero mi amor, si...

Elsa: - ¡NO TERMINÉ! ¿me estás contradiciendo?

Ben: - No, no, yo...

Elsa: - ¡Y seguís interrumpiéndome! ¿Sabés qué? ¡andate!

Bar de Elmo. 21:25 hs.

(Ben Bernancke toma una cerveza con su amigo Patrick)

Ben: - ...te digo, Patrick, cuando Elsa me trata así...es uno de esos días en que uno piensa que se va todo al carajo. Después se le pasa.

Redacción del Washington Post. 23:14 hs.

Periodista: - Jefe ¡tengo un notición! Escuché decir a Benancke que todo se va al carajo.

Tapa del Washington Post del día siguiente.

BERNANCKE: TODO SE VA AL CARAJO.

Corridas bancarias. Desplome de la bolsa. Quiebras masivas. Fin del mundo.

¿Ve cómo funciona? La gente no trabajó más o menos que el día anterior (a menos que esto haya sido de un jueves para un viernes) pero a la vez todo es totalmente distinto.


El poder de la palabra de estos señores me lleva a pronunciarme sobre el tema de los así llamados gurúes. Por lo pronto, hablamos de gente que recibe la categoría de un sabio, un monje eremita o de los maestros de la protocultura cuando en realidad se asemejan más a un meteorólogo: dicen algo supuestamente científico, y si yerran siempre pueden alegar imprebisibilidad. El problema es que sus palabras comprometen el accionar de muchos. Vamos a un par de ejemplos históricos:

Estados Unidos, 1978.

"La inversión segura es Betamax. Ponete una distribuidora y no tenés que laburar nunca más en la vida".

Argentina. 1989.

"Vengo de jugar un deporte que me pareció muy divertido. Pronostico que para el 2012 se necesitará una cancha de Paddle cada dos metros".

Japón. 1994.

"¿Vender orina para tomar? ¡es una excelente idea! Bajos costos de producción, propiedades medicinales... ¿qué puede fallar?"

Argentina. 2009.

"¿Tenés un blog? ¡Por supuesto que podés vivir de él! Andá y cantale las cuarenta a tu jefe que en 2 meses te comprás la empresa".

Que lo disfruten con un flujo de salud anticíclico al 20%



* Ben Bernancke es el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (la Fed)

14 comentarios:

Matias dijo...

Hay que volver al trueque! Viva la Argentina modelo 2001!!!

Ludmila dijo...

nunca hay que dejar pasar las "papas" que nos tiran dicho gurúes, sino decimelo a mi que tengo un lote de 20.000 minidiscs amontonados en las canchas de paddle que construí en mar del sur !!!

Yoni Bigud dijo...

Así funciona el mundo. A base de rumores y malos humores. Cualquier paparulo que abre la boca quiere que se atribuya a su discurso un carácter científico, y para cubrirse alega que hay un 20% de probabilidad de granizo.

Lo que realmente me inquieta es esta bromita que comenzó el líder y ahora todos mis compañeros parecen haber aceptado. A ver Señor Pablo: Yo sí renuncié a mi laburo, insulté a mi jefe, compré un departamento en Puerto Madero y una 4x4 para mi mujer.
Necesito la plata del reparto, si no todo se va al carajo.

Un saludo.

Unknown dijo...

Jajaja que bueno el post. Tal vez pueda traer un poco de luz dado que aunque me pese admitirlo soy (casi, faltan dos meses) licenciada en administración y circulo por los bapuleados ámbitos económicos (para peor, de la UBA).
La economía como ciencia, se encarga básicamente de intentar predecir los fenómenos macro o micro del agregado de una población. Lo que haga cada uno de nosotros, a la economía no podría importarle menos (y si sos blogger, muuucho menos!), le interesa la suma de todos los productores zapateros juntos. Es la administración la que se encarga de los casos puntuales. Por otro lado, lo que refleja su tan claramente expuesto post es que el mundo esta regido por lo que llamamos (yo repito el llamado de otros) "teoria del caos", que dice que las variables son tantas y tantos sus estados posibles que no hay forma de predecir un resultado....(El también conocido efecto mariposa). ¿Saben qué ciencia NO toma esto? La economía. Para los modelos económicos, los modelos son lineales (no caóticos). TODOS los seres humanos somos racionales, tenemos preferencias establecidas y consumimos en base a eso....para poder predecir, "suponen" tantas cosas que terminan simplificando demasiado, con el resultados conocido por todos...
Espero no haber sido insufrible!
Un saludo!!!

Anavril dijo...

El Ben ese seguro que estaba tomando algo con Maddof

Pablo dijo...

Matías, es lo que yo digo. Pero en el concesionario me dijeron que por un blog en este estado no me iban a dar un auto.

"No venga a tasarme el rancho con ojos de forastero..."

Ludmila, ¿tiene minidiscs? Siguiendo con la dinámica del trueque propuesta ¿cuantos me d por un Laser Disc en buen estado?

Yoni, no se inquiete. Con lo que hemos reunido a base de cuotas sociales nos alcanza para cubrir...bueno, unas pastillas para que no se inquiete.

Penelope, yo soy profesor en filosofìa, así que imaginará que no seré yo quién le niegue una defensa profesional. Es más, estaba casi seguro de que algo así iba a pasar. Incluí lo del mercado y la sustentabilidad para cubrirme un poco. No obstante, reconozco que pensé que me iban a decir que los estaba igualando con los contadores.

Anavril, en ese nivel deben tener gente contratada para qeu tomen algo por ellos.

Bugman dijo...

Yo siempre sigo la Teoría de Brutarotti, que es el tipo del quiosco de diarios que queda en las esquina del edificio donde yo vivía antes. En pocas palabras, se resume así: "Ojo, jefe. Se viene una muy gran crisis".
Hasta ahora la predicción no le falló nunca.

(Pablo, Yoni, ustedes saben que solamente uno de nosotros ha hecho ostentación de riqueza comprándose un automóvil. Creo que no hay nada más que decir).

Anavril dijo...

Si, en el piso 50

Marina dijo...

Yo lo único que digo es que mi economía " afecta " MI humor ...
Mas cuando quiero comprar y me dicen que el margen del mes esta cubierto ... Grrrrrr ...

Pablo dijo...

Bugman, lo bueno es que el "se viene" es lo suficientemente amplio como para predecirla 20 años antes. Un gurú, Brutarotti.

Marina, en mi caso yo tendría que hablar directamente de "la resignación de los mercados".

Viejex dijo...

Benegas, algo me dice que el primer comentarista de hoy bien podría ser asesor de don Ben B. (oia!! otro B.B.!!! será pariente de Briks?)

La imagen que ilustra el artículo es magnífica, no podría haber ilustrado el mismo de mejor manera.

Es curioso, al terminar de leer el artículo me sonreí. Al leerlo por segunda vez la sonrisa paso a un rictus de honda preocupación. No se disculpe, no tiene usted la culpa.

(Pst, pst! Bugman! usted se refiere a esa persona que se hizo construir una casa con hidromasaje que lo odia y que tiene un automovil que recoge llaves de tuerca, ¿no?)

La Ruiva dijo...

Me gustó la ideal del trueque de vuelta.

Ahora, vos me estas queriendo decir que le culpa de la crisis es de las mujeres, una vez mas??????

Pablo dijo...

Viejex, ¿sabe lo más gracioso? La encontré a posteriori Bueno, quizás no sea "lo más gracioso" pero es simpático. Anecdótico quizás. Un dato de color. Una boludez.

Por otro lado, estoy de acuerdo, la llave de turcas fue un gesto de ostentación innecesario de parte del Señor Bugman.

La Rubia, lejos de mí pensar tal cosa. La culpa la tienen los economistas. Y quizás los preriodistas. Ahora, si es una mujer economista que se dedica al periodismo yo no puedo hacer nada.

jorge dijo...

que bueno lo del blog, si cogieras el dinero que hubieras ganado con las horas que has dedicado al blog, seguramente te daria para por lo menos tomarte unas cuantas cervezas.

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