lunes, 28 de diciembre de 2009

Algunos apuntes sobre las fiestas



Aquí está usted. Todavía arrastra cierto cansancio físico de la Navidad y ya vislumbra el de año nuevo. Un poco por eso y otro porque algunos ya se fueron de vacaciones, siente que estos días son prácticamente parte de ellas. Por eso se permite conversar sin culpa con compañeros de trabajo; por eso puede leer este blog sin que lo pinche el bichito de que debería estar trabajando. ¿Cómo? ¿que ese bichito se retiró hace tiempo por la fatiga, las constantes lesiones y el sentimiento de impotencia? De cualquier forma, aquí está usted. Y me parece que es el momento para, aún a riesgo de ser impopular, hablar de ciertos aspectos que rodean estos días.


Ante todo decir que el mote "felices fiestas" me parece perezoso. Es cierto que tenemos dos eventos significativos separados por pocos días, pero eso no autoriza a aunarlos irresponsablemente. Imagine que se recibe pocos días después de su cumpleaños. Si alguien le dijese "felices acontecimientos", usted sonreiría protocolarmente mientras destroza al enunciador en su fuero interno. Pues bien, esa vaguedad es la que no aguanto. "Feliz Navidad y próspero año nuevo". ¿Ve? Mucho mejor. Distingue las fechas y desea cosas buenas para las dos. Bien.


La vaguedad parece ser la característica principal de estos días. "Los mejores deseos para estas fiestas" nos dicen. Ya ni siquiera nos desean algo, sino que nos desean deseos. El metadeseo es la expresión más cabal de esta vaguedad a la que hago referencia.


"Te deseo lo mejor" escuchamos de parte de quienes se hacen cargo de algún deseo. Ahora ¿que quiere decir esto concretamente? Si un masoquista me desea lo mejor, quizás me esté deseando que una pandilla me golpee salvajemente, me deje quebrado y lleno de heridas sobre unas brasas ardientes mientras uno de ellos me echa limón encima. Si un workoholic me desea lo mejor, probablemente se alegre de verme en la oficina a las 3 de la mañana de un sábado. Indague mejor qué corno es lo que le están deseando o si no después no se queje de que el año no es lo que usted pensó.


Su interlocutor, apurado ahora, echará mano a conceptos difusos como paz, salud y amor. No se amilane. Todavía no le ha dicho nada. Vamos por partes.


¿Paz? ¿me desea a mí que se solucionen los problemas en medio oriente? ¿y yo que tengo que ver con ese deseo? ¿me desea paz interior quizás? ¿y eso que es? Porque seamos sinceros, la idea de paz interior se asocia con una sonrisa imbécil en posición de loto y la estoica despreocupación por todos los quilombos que lo rodean. Lo que le está deseando no es paz sino Alplax o Rivotril.


¿Salud? La salud puede ser considerada una condición para disfrutar más de las cosas buenas de la vida, pero difícilmente sea un valor en sí. ¿Por qué le desea salud y no algo que pueda aprovechar con esa salud? Es como decirle "espero que tengas una valija con 5 millones de dólares (y estés en medio de una isla desierta)". No se deje engañar por la sonrisa y el tono melifluo. Desconfíe.


¿Amor? Llegamos al centro del asunto. Todos queremos amar y ser amados. Pues bien ¿por qué se lo desea sólo para este 2010? Sospechoso. "Que en este 2010 todos encuentren amor". Si usted está en ese lugar con su pareja sospeche doblemente. Porque al parecer todavía no encontró el amor y porque -lo que es más preocupante- parece que su pareja tampoco. Sí, sí, quizás deba posponer su viaje de bodas de oro. Para el muchacho del brindis usted está mal. En el caso de que usted esté solo, la cosa no mejora. ¿Por qué restringe al 2010? ¿cómo sigue la frase? Quizás el que ahora eleva su copa sea un sociópata que piensa: "Que en este 2010 todos encuentren amor... solo para que se eleven y en el 2011 caigan como un piano y se les desgarre el corazón tortuosamente. Muejejeje". Que los pianos no tengan corazón no hace a la cuestión. Ahora entiendo por qué está solo.


Por eso le pido, querido lector, que si bien ya patinó en el brindis de Navidad, trate de recuperarse en año nuevo. Levante su copa y diga algo como la gente. Como la gente que dice cosas inteligentes, por ejemplo. Se aceptan propuestas.



Que lo disfruten con salú (no, esta no se puede. Ya está tomada)


martes, 22 de diciembre de 2009

Ventaja (o por qué el tenis es mejor que el futbol)


Que quede claro: el fútbol es -como dice un comentarista deportivo- el deporte más hermoso del mundo. Y el que personalmente más me gusta. Quien argumente que sólo se trata de 22 personas en pantaloncillos corriendo detrás de una pelota nunca jugó un partido. No uno de fútbol 5 por lo menos. No obstante, el otro día fuimos a jugar al tenis con un amigo y no pude dejar de notar las ventajas que presenta el llamado "deporte blanco". Sí, yo también creo que "deporte blanco" sería un nombre más propio para el sky que para el tenis, pero parece que....no, no creo que jugasen al tenis en la nieve. Porque la pelota no pica. Al parecer tiene que ver con la ropa que se usaba antes. No, no en el sky, en el tenis. Mire si van a ponerse shorts en la nieve. Se mueren de frío. Y de aburrimiento. Porque la pelota no pica.

Las ventajas tienen que ver sobre todo con que hay más factores para justificar un potencial mal desempeño. Si usted es de aquellos para quienes coordinar un pie y una idea de lo que quiere que el pie haga es una proeza, este es su post. ¿Cuales son, entonces, las ventajas del tenis?:

a) El encordado de la raqueta nunca está totalmente simétrico. Esto permite que, después de impactar la pelota con el marco de la raqueta -cuando no con el mismísimo mango- pueda mirar la misma con cara de concentración y reacomodar la distancia entre las cuerdas. El gesto dice algo así como "aquí estaba el problema; las cuerdas del medio están separadas en el vigecimotercer cuadrante más que en los otros. Por eso la pelota se fue a la cancha de al lado". El futbol no permite tal cosa. Si su "tiro de media distancia" terminó en el club que está a tres cuadras, una levantada de medias o el ajustamiento de los cordones lo único que dice es : "debería dedicarme a levantarme las medias o ajustarme los cordones, porque para el fútbol soy un asco".

b) El viento puede influir. Es un hecho cierto que -en tiros muy justos- el viento puede hacer que una pelota que tenía destino de fleje vaya afuera. Pero no tiene que ser un profesional, también un neófito puede quejarse del viento, por más que se necesite del zonda o el pampero para justificar que la pelota haya caído 2 metros afuera. Igualmente, este no es su problema. Usted directamente la dejó en la red.

c) El factor estético. Mientras en el fútbol la contigüidad con otros seres humanos puede dejar en evidencia su falta de velocidad, coordinación motriz o buen aliento, en el tenis esa perspectiva se pierde. Hacer bien el movimiento no implica pegarle bien a la pelota, pero el movimiento queda divino. Es por eso que uno puede aparentar saber jugar aunque no haya sido capaz de pasar una sola pelota del otro lado de la red en todo el partido.

"Hoy no me salió una" se escucha decir a gente que no le ha salido una en los últimos 23 partidos que jugó y que parece dominar más la falacia de énfasis que el drive paralelo.

d) El tenis es un deporte individualista. Esta frase que se escucha decir con tono peyorativo a quienes no soportan que Argentina todavía no haya ganado la Copa Davis o a quienes no logran digerir que un tenista gane más en un torneo que ellos en toda su vida laboral, en realidad es uno de los aspectos más positivos del tenis. Piénselo: si le erra a la pelota y es un punto del otro, ¿prefiere que lo insulte una horda de hombres conformada por 10 titulares y 4 suplentes cuya razón se encuentra obnubilada por las pasiones o masticar la bronca en privado, diciéndose que la culpa de todo la tiene el viento (ver punto b)? Y si en el mismo movimiento termina cayendo de bruces sobre el campo de juego en forma vergonzosa ¿prefiere que se burlen de usted otra horda todavía más grande, que incluye al otro equipo, al suyo (que resultaron no ser tan buenos pibes), al árbitro y a las 3 novias que habían ido a ver el partido (incluida la suya, que resultó no ser tan buena mina) o que apenas un contrincante se sonría, conciente de que usted estará humillado, pero tiene una raqueta en la mano que puede funcionar como objeto contundente? La elección es clara.

Puede pasar también que a usted no le guste el fútbol. Tampoco el tenis. Y que menos que menos le interese leer sobre las ventajas de uno sobre el otro. En ese caso le pido disculpas por este artículo.

Fue culpa del viento.

martes, 15 de diciembre de 2009

Complot (segunda parte)


Señores, hace pocos días denuncié la existencia de un complot contra los miembros de Men in Blog. Y quisiera no haberlo hecho, porque todas las cosas aparentemente retomaron su cause. Aparentemente.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford encabezados por el Dr. Silva estaban leyendo mi blog paralelamente en dos computadoras desde la mismísima Universidad de Oxford en Oxford, Inglaterra. Mientras en una maquina mi perfil se veía con la foto de la característica pluma, en la otra lo que se vió fue esto:



Usted se preguntará ¿qué hace una foto de Richard Dean Anderson en mi foto de perfil? Después de haber consultado con otros grupos de investigadores de otras universidades, agentes de diversos servicios secretos, especialistas en informática y tarotistas de Plaza Francia, la sentencia fue unánime: ni la más pálida idea. Mis ansias de conocer la verdad me condujeron hasta una inhóspita montaña del Tibet, en cuya cima se encuentra una cueva donde vive un hombre sabio. Es sabido que los sabios viven en este tipo de lugares. Al parecer su sabiduría consiste en ahorrarse pagar el ABL. Este viejo sabio inmediatamente supo ver más allá de lo que los simples mortales miran; escrutó la foto, me miró con ojos inteligentes y -antes de que yo pudiese decir nada- me dijo: "Este muchacho de la foto ¿no es el de McGiver?".

Las piezas del rompecabezas empiezan a encajar. Todavía no logro ver en qué corno consiste la figura, pero las piezas siguen cayendo en mis manos. Con lo que tenemos por ahora, y haciendo alguno que otro salto en algunos lugares, lo que tenemos es esto: al parecer un grupo de actores de series de los 80s quieren recuperar su fama a través de un espacio tan masivamente concurrido como Kairós. Y no lo hacen simplemente con el afán de volver a 'los buenos viejos tiempos' sino para hacernos algo malo a todos, como envenenar el agua potable o trabar las televisiones en canal 7. ¿Qué otra explicación se le ocurre para este fenómeno? Ah. No, no había pensado en eso. No importa. la cosa es que existe un complot y si lo sigue negando lo pongo en la lista de complotados.

Después de lo que desde ahora llamaremos el "McGiver affaire", logré componer un listado de posibles sospechosos:


David Hasselhoff: usted me quiere objetar que se mantuvo bastante vigente en los 90s, pero piénselo bien: ya medio jovatón, el tipo se mata para hacer un pique de 30 metros sobre la cansadora arena de la playa. Ahora, cuando recuerda una escena de Baywatch ¿es a él a quién imagina corriendo? La defensa descansa.










David Rasche:seguro que alguna vez vio Sledge Hammer. Si usted es un ser humano y no un organismo cibernético malvado con un pésimo sentido del humor, entonces coincidirá conmigo en que el tipo era un genio. Sin embargo, la serie tuvo solamente dos temporadas. ¿Qué pensaría usted si con un producto de ese calibre (nunca mejor usada la expresión) estuviese en el aire el mismo tiempo que la serie "Joey"? Rencor y deseo de venganza serían dos palabras bastante apropiadas ¿no?



Gary Coleman: no hay que ser un fanático del canal E! para saber que a este muchacho no le fue bien en la vida. Sus desventuras incluyen pasar de ganar u$d 70.000 por capítulo a ser guardia de un supermercado (en el cual creo que incluso con el aumento del sindicato no llegaba a ganar lo mismo que en TV) y de ser un niño amado por la crítica a ser un sopeti criticado por los niños. Parodiado por cualquiera que se llamase cómico a sí mismo y terriblemente irritado por una versión de 'Blanco & Negro' hecha por el INADI ('Caucásico & Afroamericano'), en el 2003 llegó a...no puedo decirlo...es algo fuerte...bueno, él llegó a dedicarse a la política (se postuló a Gobernador de California) Huelga decir que tampoco está muy contento con la vida.



Pibe de Manimal: la verdad es que no lo recuerdo demasiado bien. Lo cual no es raro, ya que se trata de una serie de la que recuerdo más el nombre que otra cosa. Claramente trataba de un muchacho que se transformaba en animales. Era así ¿no? Bueno, el pibito este (el rubio, creo que es el de corbata) parece que no está contento con haber quedado tan olvidado después de haberse sometido a extenuantes sesiones de maquillaje. Se queja que pasó tanto tiempo maquillado como los de Kiss pero que él no tiene ni guita ni minas ni botas con plataforma.

"Lo peor no es que te olviden, sino que ni siquiera recuerden que te han olvidado" lo escuchó decir alguien antes de darse cuenta de que lo estaba orinando encima.

Como verán, este maquiavélico plan ha comenzado a ser desarticulado exponiéndolo al público. No temo las consecuencias. Es más, me permito recordarles a esos muchachos que mi nombre es Marcelo Polino y que me pueden encontrar en las inmediaciones de América TV. Y que lo traigan a Mario Barakus si son hombres. Dejo evidencia irrefutable sobre la mesa y me retiro silbando bajito.



Una reunión oscura para designios a tono.



I can see you!!!


Que lo disfruten con salú.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Un post sobre la felicidad, el encuentro de las paralelas en el infinito y aquello que usted más desea saber


He escuchado que algunos malpensados, aprovechando la baja en la productividad del presente blog en las últimas semanas, han dicho que a mí no se me cae una idea. Pues bien, sepan que tenía guardada una idea excelente, sublime, incomparable y magnánima....pero se me cayó.

Quedé así nuevamente en foja cero, y además con la alfombra llena de pedacitos de idea. Pues bien, es mejor que lo sepa de una vez: este post no es sobre la felicidad, el encuentro de las paralelas en el infinito y aquello que usted más desea saber (o si lo es será una sorprendente coincidencia) sino sobre lo que yo tenía más a mano. Sí, sí, era mentira. Pero no haga tanta alharaca, porque justamente eso es lo que nos proponemos tratar: sobre la mentira.

Ante todo desmitificar aquello de que la mentira tiene patas cortas. ¿Qué se quiere decir cuando se dice que tiene patas cortas? ¿que las mentiras no llegan lejos? Sepan que las personas de patas cortas pueden llegar lejos, lejísimos si quieren. Quizás tarden más, pero llegar llegan. En todo caso sería mejor decir: "la mentira tiene mal estado físico y no tiene ni la plata ni la belleza para que la lleven lejos". Entonces se entendería perfectamente la imagen. Por otro lado ¿es verdad que no llega lejos? Bernard Madoff llegó bastante lejos, por lo menos localmente. Es más, la gente que lo repudia le dice: "Bernie, esta vez fuiste demasiado lejos". Si lo que quieren decir es que su andar es moralmente torpe y no está a la altura de lo esperado bien podrían usar otra imagen. Como que tiene patas cortas, por ejemplo.

Que mentimos diariamente es algo que voy a dar por supuesto. "Lo tenía listo pero la computadora lo borró"; "tengo veintipico"; "te queda fantástico"; "estoy totalmente de acuerdo"; "lo primero que miro son los ojos"; "no tengo idea de lo que me estás hablando"; "¡qué post tan ocurrente! De lo más original que he leído últimamente. Que digo últimamente, ¡en siglos!". En fin, el hecho es que ocultamos, negamos o vejamos sistemáticamente a la verdad en forma cotidiana. El tema es el por qué. ¿Qué nos lleva a mentir? Como suele suceder, considero tener la respuesta final a este problema.

a) La comodidad: la verdad no siempre es dolorosa, pero a veces es demasiado larga. Por eso, si una mentira es el atajo hacia el fin o la agilización de la conversación, bienvenida sea.

Pregunta: - ¿Te pusieron Josefa por tu madre?

Respuesta verdadera: - No, mi madre se llama Carlota. Me pusieron Josefa porque mi viejo era fanático de Racing y dijo que si conseguían el tercer campeonato y tenía un hijo le iba a poner "José" en honor a Juan José Pizzuti, el técnico de aquél conocido "equipo de José" de la década del 60. La cosa es que nací yo y -para no violar su promesa- me puso Josefa, aunque a mi mamá le dijo que era por una tía lejana suya que lo había cuidado cuando era chico.

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Mentira: - Sí.

Creo que no pude haber sido más claro. Después de todo ¿en qué afecta al otro ese dato? Eso sí, esto último es un punto importante, pues existen casos donde la simplificación podría no ser el bien mayor.

Pregunta 2: - ¿Es seguro nadar en esta playa?

Respuesta verdadera 2: - Depende. Eventualmente puede haber algún que otro tiburón, pero en general no vienen tanto porque los desechos tóxicos de la fábrica que está allí los irrita y se ponen extremadamente violentos. Así que con un traje de amianto y un arpón debería estar bien. Eso sí, si no esta nublado, mire que si no es una fija que le caiga un rayo. Pero bueno, el amianto quizás lo ayude. Eso sí, tenga cuidado con las carreras de jet sky que suelen hacer grupos de adolescentes cerca de la orilla.

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Mentira 2: - Sí.

b) La integridad física: hay casos donde la verdad puede deparar una sesión de violencia física evitable. En ese caso, parece ser recomendable evitar la verdad en toda su pureza. De nuevo, no es que la realidad duela, lo que duele son los golpes del receptor de esa verdad.

Pregunta 3: - ¿Cómo me veo?

Respuesta verdadera 3: - Un poquito ridícula. No sé si es la mala combinación de colores chillones, la vincha noventosa o el hecho de que ese corte te marque un poquito el rollo de la cintura. Y tenés un olor raro. Sé que no me lo preguntaste, pero hace a la apreciación general.

Respuesta a la respuesta verdadera 3: - ¿ah, sí? (patada a los testículos)

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Mentira 3: - Muy bien. Me parece original.

Respuesta a la mentira 3: - ¡ay, gracias! Sos un divino.

No quiero parecer resultadista, pero no me va a negar que logra apreciar ciertas ventajas en el segundo escenario. Además, esta dinámica podría profundizarse.

Pregunta 4: - ¿De quién es esta pelota que acaba de impactar en mi cara mientras tomaba sol para recuperarme de mi trabajo como guardaespaldas profesional?

Respuesta verdadera 4: - Mía. El tema es que he estado practicando mi drive y me entusiasmé un poco. Pero la verdad es que sólo un boludo se pone a tomar sol justo en esta parte de la playa.

(Crash. Boom. Splat. Kapaum)

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Mentira 4: - Creo que de un alemán que pasó para allá. Para que sepas, en alemán "mía" se dice "Nein".

Respuesta a mentira 4: - Ugh.

c) La honra: a veces lo que queremos evitar es, simplemente, quedar mal. Y a ese fin somos capaces de contorsionar nuestros principios hasta lo indecible. Vamos a un caso polémico:

Pregunta 5: - ¿Qué opinás de Andy Warhol?

Respuesta verdadera 5: - Es un ladrón de gallinas. ¡Por Dios, gente, es una lata de sopa de tomates!

Respuesta a la respuesta 5: - Sos un cavernícola.

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Mentira 5: - Un revolucionario. Un tipo con visión.

Respuesta a Mentira 5: - ¿Vamos a comer canapés mientras vemos una instalación?

Ya sea por no quedar mal, por no quedar malherido o por no hacer un mínimo esfuerzo mental, la cosa es que hemos relativizado aquello de que mentir está mal. Y quiero que quede claro que con esto no quiero justificar su accionar diario sino sólo poner en perspectiva algunas decisiones sobre lo que uno dice.

Aún así sigo pensando en que tendría que haberle dicho algo a su mujer sobre el hecho de que se ganó la lotería.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Complot


Señores, todo esto es sumamente raro. Más que raro, llamativo. O lo que es todavía peor: curioso. Lo que en el colmo del paroxismo podríamos considerar intrascendente.


Estamos en diciembre (no, no voy a volver sobre el tema) y no lo parece. Diciembre: un mes que no tiene autoridad para exigirnos nada; un mes en el que uno empieza a ser más informal con la vestimenta, más laxo con la exigencia, menos ambicioso con los proyectos; mes para cerrar empresas más que para acometerlas; un mes para evaluar y para proyectar, pero difícilmente para hacer; mes -a fin de cuentas- para no hacerse mala sangre con el laburo sino con el presupuesto de las vacaciones y con las decisiones sobre con quién pasar las fiestas.


La cosa es que, justo en este mes de morondanga, resulta que me veo envuelto en un complot.


Así como lo escucha: un complot. Con todas las letras. O con 6, que con eso nos alcanza. Al principio no lo percibí por la misma dinámica del complot, pero con el tiempo se fue haciendo evidente. Primero fue una mayor carga laboral entrecruzándose con un par de trámites impostergables. Sospechoso. Tuve entonces que relegar este espacio y otros espacios circundantes que suelo visitar (no, no Parque Chas. Otros blogs digo. No sea literal, hombre) Cuando logré hacerme unos minutos para pasar por los espacios circundantes que suelo visitar, lo que encontré fue la huella del caos y la desesperación; encontré la agonía y la zozobra; encontré la inquietud y el desasosiego; encontré la esquina de Pampa y la vía. Y también me encontré con que varios cofrades tenían problemas para publicar: problemas de tiempo, problemas de inspiración, problemas...


Y entonces algo en mí hizo click. Fue el cuello. Creo que tiene que ver con tanto estar con la computadora o corrigiendo. Me agarró una especie de tortícolis. Sí, probé con calor pero no hay caso. ¡Reflexología dice? Veremos, veremos. No obstante, la inmovilidad me permitió detenerme a pensar. Y fue en ese momento que todo se me hizo claro, casi prístino: existe un complot contra los integrantes de Men in Blog.


(Pausa dramática)


Es así. ¿No me cree? Vaya a darse una vuelta por los blogs de los involucrados. La última semana ha sido sanguinaria. Y eso porque usted no recibe mails de sus integrantes, sino podría atestiguar lo que yo desde mi posición privilegiada: que no estoy recibiendo mails de sus integrantes. Un momento. Esto no suena del todo bien. Bueno, no importa. Retenga lo importante: yo soy un privilegiado. Los de MIB no mandan mails. Activia hace bien para el tránsito lento (no, no creo que le sirva en Panamericana a las 6 de la tarde)


Ahora bien, quedan por resolver dos preguntas: ¿cuál es la causa del complot? ¿quién está detrás?


La causa es clara: somos formadores de opinión. Para darse cuenta basta con darse una vuelta por el blog y verá como los textos publicados llevan a la gente a opinar casi compulsivamente:


"Opino que este blog es una bosta".


"Opino que la persona que les pague un suedo debe ser un filántropo o un imbécil".


"Opino o roble. Uno es más resistente pero el otro es más suave. Si no puede ser araucaria. Me fijo si tenemos".


Se sabe: un lugar donde las opiniones son tan esfervecentes puede desbordar en cualquier momento. Ese es el problema de la esfervecencia, que se vuelca todo. Y después quedás con el vaso lleno de la porq...¿cómo? ¡ah, sí! Eso, las opiniones. La cosa es que hay gente preocupada. Muy preocupada.


Habida cuenta de lo publicado hasta el momento, esa gente podría ser:


- El Gobierno: una fija.

- Los editores de cuentos infantiles: es importante recordar que la versión original de Caperucita de la Francia decimonónica se parece más al penal de Sierra Chica que a lo que ellos venden.

- Los Iluminatti: que se yo, es una posibilidad. Sobre todo una de convertir esto en un libro que venda mucho.

- Mujeres despechadas o sobreexigidas

- La hinchada de Nueva Chicago: cuando uno es jodido, ni siquiera necesita razones para ser jodido. Sepan que -mientras se mantenga en el plano virtual- nosotros nos la bancamos.

- Los nuevos dueños de autos Toyota modelo Kabul

- La secretaría de Turismo

- El Rotary Club: un club en el que no se hace ningún deporte es siempre sospechoso.

- El fan club de Ricardo Orestes Valdivia

- El mayordomo: habría que encontrar alguno. Pero seguro que fue él.

- Un ejército de duendes: sabemos que vienen marchando. A paso recortado.

- La defensa de Boca del '89: Hrabina, Stafuzza, Abramovich y Cuciuffo (Genghis Kahn era suplente por blando)

- Los hombres miserables: el paso de las reacciones miserables a las acciones miserables es corto. Como la marcha de los duendes.

- Achmed, el terrorista muerto: ¡He will kill us!


Eso es lo que tengo por ahora. Estamos tras la pista. Bugman piensa que son los noruegos. Viejex dice que son los abogados. Yoni y Briks dicen que no son los abogados. Mariano que son los enanos. Renegado que quizás sean enanos noruegos. Para F son los nacionalistas. Para los nacionalistas es Bugman. Todo es muy confuso.

Lo que sé es que estoy al borde de descubrir la verdad.


¿Quién es usted? ¿cómo que me van a cortar internet? De ninguna manera va a impedir q

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